La entrada de hoy será un poco atípica. Escribir, escribir, escribir... vale, para mejorar hay que escribir mucho y leer más aún, pero es también importante saber darse un respiro, y cuándo NO escribir.
Por ejemplo, hoy, yo mismo. Llevo dos horas sentado en mi despacho y no hay manera de engranar la maquinaria para plasmar nuevas ideas en el papel. Que uno no No-escriba no significa que no tenga ideas, sino que no se encuentra en el entorno adecuado, en el lugar correcto, en el momento idóneo. Cuando uno se encuentra en situación de NO-escritura, lo mejor es no obsesionarse, respirar hondo, y hacer otra cosa hasta que regrese la inspiración, la ilusión o las fuerzas.
Peor aún, podemos estar asediados por el más poderoso aliado del calor, y el peor enemigo del tiempo libre: la pereza.
Escribimos porque nos gusta. Si nos frustramos por un ataque de NO-escritura, malo.
¿Cuándo NO escribir?
1.-Con calor sofocante, con frío extremo: la temperatura ambiental es importante, si no es la adecuada desiste, o tu cuerpo te atormentará con avisos continuos y no escribirás nada.
2.-Los ruidos a tu alrededor: escucha música que no entiendas, de fondo, para que tu cerebro no se distraiga. Por ejemplo, la musica a capella en latín o medieval te proporcionará concentración. Pero que no se mezcle con otras ondas sonoras ambientales: la radio del vecino, esa moto estruondosa de la calle, la tele, la lavadora coja, el gato pidiendo comida, la puerta del comedor que chirría, el aspirador.¡Así no se puede!
3.-El hambre, la sed, el sueño: ¡son señales de tu cuerpo que interrumpirán tu concentración! Ejemplo: si trasnochas hasta las 4:00 am, no pretendas cinco horas más tarde ultimar los detalles de revisión de tu obra cumbre. Te despeñarás sin remedio en el abismo de la fatiga y del error.
4.-El alcohol. Una botella de sidra fresquita te estimulará; cuatro chupitos de limonchelo te dejarán listo. Mejor aplícate la recompensa después de escribir, no antes.
5.-Las paradas fisiológicas. Vale, somos humanos. Hay que comer, dormir, ir al baño. Para siempre en mitad de una escena, de forma que sepás cómo continuar cuando retomes la acción.
6.-La pereza. Chico, es verano, si no se puede derrotar haz otra cosa. Lee, vete a la playa o duerme la siesta. Ve una palícula (las películas son fuentes de ideas, y además permiten analizar su argumento. De los errores ajenos se aprende)
7.-El agobio: si estás agobiado por el trabajo, o por fechas de la editorial, déjalo. No es el momento. Olvida la escritura y concéntrate un rato en otra actividad.
Sigo pendiente de la portada. Espero noticias la próxima semana. Espero que eso me estimule porque estoy al 15%. ¡Qué calor! Estamos a Día D-51, y contando.
Los que estéis cerca del mar (pero con sombra), ¡disfrutadla!