domingo, 30 de junio de 2019

La primera frase

Estamos a las puertas de julio y no me lo creo. ¡Qué dos meses intensos! Cambios en el trabajo, adaptación familiar a nuevas circunstancias, las ferias de libros, la editorial, los manuscritos...

Hoy voy a hacer un ejercicio de autocrítica.
Os dejo la primera frase de varias novelas:







1. Una gran alegría envolvía la ciudad de Garnata, la primera alegría en mucho tiempo.

2. Ni los dioses imperiales ni el cristianismo habían ahogado los viejos cultos de Heliópolis.

3. Los pasos del rey resonaron pesados sobre la azotea del Palacio del Caracol.

4. Aquel tremendo devorador de vidas femeninas era insaciable.

5. Todo son sospechas en el Palacio Ducal.


Dicen que la primera frase de una novela es crucial. Debe ser capaz de presentarla, intrigar y animar al lector a continuar. A ver, si yo fuera un lector, y leyera estas frases, ¿qué deduciría de todas ellas?

1. Con esta me pregunto: ¿qué gran alegría será? La primera en mucho tiempo... ¿por qué? ¿Esta Garnata sumida en la tristeza, la desesperanza? ¿Garnata qué ciudad será, de dónde, de qué epoca?

2. Suena a Oriente. Habla de imperio y cristianismo, así que por lo menos s.IV. Heliópolis suena a griego. Suena a misterio, a supervivencia de cultos mistéricos.

3. Un rey que sube armado a una azotea. ¿Palacio del Caracol? ¿Dónde estará? Un rey armado sube a lo alto de un palacio, no sé dónde. ¿A qué? ¿Un rey enérgico? ¿Va a anunciar algo, y prefiere anunciarlo él y no por un heraldo?

4. Suena a un depredador. Con fama, no sé si para bien o para mal. Alguien lleno de vigor, es insaciable. Pero no sé qué época, ni quién podrá ser. ¿Quién será? Devorador es masculino: es un hombre. Un depredador de mujeres.

5. Palacio Ducal. Puede haber muchos. Habla de sospecha. Suena a conspiración. La más corta de todas. Escueta, directa. ¿Qué palacio, qué sospechas, por qué? ¿Dónde, época?




Los sentimientos que me inspiran:

1. Habla de alegría, quizás en medio de una pesadumbre. Esperanza.

2. Habla de supervivencia. La presión oficial, estatal, imperial, contra quienes no son de la parte oficial. Habla de rencores, quizás. De viajes.

3. Habla de actitud enérgica. Un rey que se eleva por encima de todos los demás, de todos los problemas. Habla de un guerrero. Habla de guerra.

4. Es bastante imprecisa. Un maníaco, un obseso. Pero no da más pistas. Habla de tener cuidado, las personas no son lo que parecen, pero de forma muy poco precisa.

5. Habla del poder. De ambiciones. De conspiraciones.



Las más condensada es la última, y a su vez tiene lo suficiente para intrigar. Las más genérica es la cuarta, da pocas pistas. La segunda y la tercera inspiran: te llevan directamente al pasado. La primera es la que claramente tiene una redacción con un espíritu más positivo.
Todas me traen buenos recuerdos, pero mis dos favoritas, sin ser capaz de decidirme, son la tercera y la quinta. La tercera, por esa energía que transmite, esa acción en marcha. La quinta, por su concisión y sin embargo por ser capaz de sugerir una lucha de poder. En ambas, porque te meten de forma má directa que las otras en un Conflicto.


Estas frases corresponden a mis novelas.

1. El esclavo de la Al Hamrá.
2. El Mármara en llamas.
3. El Señor de Castilla.
4. Lope. La furia del fénix.
5. El veneciano.

Me doy cuenta que tiendo a situaciones dramáticas y de tensión. ¿Prefieren los lectores eso, o están saturados de tristeza y miseria, y prefieren más alegría y vida, menos tristeza y muerte?