Ahora que nadie mira los blogs, y menos hoy a 31 de diciembre, os apunto cuáles son mis deseos para el 2018.
-En lo literario, la publicación de un nuevo libro.
2017 ha sido para mí un año irregular. Esperaba la publicación de una nueva novela, que estaba incluso contratada, pero las fusiones editoriales pudieron más que los buenos deseos y las promesas. Creo que el mercado editorial tradicional seguirá reduciéndose, habrá más fusiones y reestructuraciones de las editoriales, y eso se traducirá en menos títulos publicados. Esas son malas noticias para las ilusiones de los autores. Pero las editoriales son negocios, no fabricantes de ilusiones. Eso se traduce en que todos los autores debemos asumir eso, habrá más competencia. Y en eso doy la razón a Ken Follet: no podemos quejarnos de que se venden menos libros, sino que tenemos que esforzarnos para escribir mejores libros.
En eso sí me he esforzado. Terminé en 2017 un nuevo manuscrito, revisado y todo, y empecé otro, a 1500 años de distancia del anterior. El primer hito ya lo he cumplido hace una hora: he alcanzado 100 páginas del primer borrador antes de la finalización de 2017.
Como todo está como está, sigo confiando en la labor de mi agente literario, y espero que alguno de mis vástagos inéditos (tiene 4 en su poder) alcance las imprentas y los lectores en 2018. Espero tener pronto noticias.
He leído bastante este año. Para mí, mi lectura del año ha sido AZTECA, de Gary Jennings. 10/10.
-En lo laboral, encontrar un nuevo trabajo.
Ya he cruzado eso que llaman la Crisis de los 40. Y en crisis sigo. Espero cambiar mis circunstancias laborales, a mejor si es posible, y no me refiero solo a lo económico. A veces otros aspectos tienen prioridades, como el sentirse valorado (no me siento), el trato personal (poco), la atención a sugerencias propias de cambios (ninguna), adaptación a nuevas situaciones personales (ninguna), la formación continua prometida (ninguna). Por decirlo literariamente, este barco ya no me lleva a ninguna parte, así que pronto me lanzaré al agua, con salvavidas o sin él.
-En lo personal, aumentar la familia.
No es lo menos importante, aunque lo comente lo último. Los años pasan volando y hay ciclos que se dan unos años en la vida y ya nunca más. Si mis dos primeros deseos se cumplen, este último será fácil de lograr. Si no, lo mismo tocará tomar varias decisiones arriesgadas.
Con las nuevas tecnologías escribir es más fácil. Hace dos meses que escribo también con el móvil, con una aplicación llamada Writer. Cualquier tiempo muerto es bueno para sumar unos párrafos. Y sumando, llegas a páginas, de páginas a capítulos... Me está cundiendo más. Luego lo vuelco al ordenador y lo fusiono con el texto en Word. Así estoy inmerso en la historia en todo momento, todo hueco es para escribir algo, poco o mucho, pero algo.
Encontrar tiempo ha sido a costa de otras cosas, como renunciar a las Jornadas de Granada, que no hemos podido mantener. La ilusión se desgasta y también hay decepciones. Pero la vida es superar decepciones. Y escribir, que no falte.
Escribid mucho.
Feliz 2018 a todos.
Blas Malo Poyatos
blasmalo@yahoo.es
www.blasmalopoyatos.com