miércoles, 7 de marzo de 2018

Una gran lección de Historia, por Ken Follet


Escribir una novela histórica es hacer de relojero para encajar de la mejor manera posible múltiples engranajes hasta lograr que todo tenga armonía y funcione. Incluso los mejores escritores mejoran mediante ensayo y error. Ken Follet comenzó en 1980 a escribir el esquema maestro del que sería su cuarto libro. Tardó ocho meses y cuatro versiones en lograr que todo encajara antes de ponerse a escribir el primer capítulo.

(Un gran libro. Uno de los mejores de Ken Follet)

Pero incluso en su primer borrador se encuentran detalles de maestría. Por ejemplo, de concisión, de ambientación y de presentación. En las dos primeras páginas del primer borrador, detalla a grandes rasgos el contexto histórico. Y lo hace tan bien, que no he visto jamás una primera explicación tan resumida y comprensible del origen de la Primera Guerra Mundial (aquí se puede ver, además, que quizás fuera el germen de su trilogía The Century)

Puede encontrarse un análisis de su libro en el libro que años más tarde publicó su agente literario Albert Zuckerman, libro que recomiendo sin ninguna duda.

Espero que os guste.





PRIMER BORRADOR DE “EL HOMBRE DE SAN PETERSBURGO”, por KEN FOLLET (1980)

CONTEXTO HISTÓRICO: ORIGENES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Serbia es un pequeño país en Yugoslavia. Estaba dominada por su vecina Austria, que entonces era grande y poderosa y era conocida como el Imperio Austrohúngaro. Austria deseaba absorber a Serbia, así que Serbia buscó la protección de Rusia. Sin importarle eso, en 1908 Austria se anexionó un extenso territorio de Serbia, una provincia llamada Bosnia. En 1914 un grupo de estudiantes nacionalistas serbios asesinaron un archiduque austríaco en la ciudad de Sarajevo, la capital de Bosnia. Entonces:

1. Los austríacos, que ya tenían planes previstos relativos a Serbia, usaron el asesinato como un pretexto y declararon la guerra a Serbia (sin embargo en realidad no atacaron)

2. Rusia, que se suponía era el protector de Serbia, movilizó su ejército sin mucho convencimiento (la movilización significa llamar a los reservistas, armarlos y enviarlos a la frontera por ferrocarril). Al principio Rusia se movilizó sólo parcialmente contra Austria. Pero entonces los generales rusos se dieron cuenta que esa movilización parcial les hacía vulnerables contra un ataque de Alemania, aliado de Austria, así que ordenaron la movilización total.

3. Una vez que Rusia se movilizó contra Austria y Alemania, por supuesto, Alemania se vio obligada a movilizarse. Sin embargo, el problema de Alemania era que Rusia estaba aliada con Francia, y los generales alemanes temieron que mientras ellos se movilizaban contra Rusia en el Este, Francia podría atacarles desde el Oeste. Decidieron resolver este problema intentando dejar a Francia fuera de combate con un ataque relámpago. Así que Alemania invadió Francia.

4. El plan alemán para invadir Francia suponía atravesar Bélgica. A nadie le importaba mucho Bélgica, a pesar de que existía un antiguo tratado (1839) que permitía (pero no obligaba) a Inglaterra defender la neutralidad de Bélgica. Sin embargo, a Inglaterra sí le preocupaba Alemania, que estaba creciendo con rapidez y amenazada el control británico de los océanos, el comercio mundial y las colonias. Así que cuando Alemania invadió Bélgica, Gran Bretaña usó el tratado de 1839 como una excusa para declarar la guerra a Alemania.
Y así es como una disputa entre Austria y Serbia condujo a la guerra entre Inglaterra y Alemania. 

(Writing the Blockbuster Novel, por Albert Zuckerman, pág. 43-44)