Estos últimos días, tan ajetreados con la publicación de mi nuevo libro, he disfrutado como hacia tiempo no lo hacía con la lectura de una novela histórica extraordinaria, de esas que te rodean y te abrazan sumergiéndote en una época diferente, y con una narrativa que es miel en labios de los bardos.
Me estoy refiriendo a la novela "El Señor de Lordemanos" (DeLibrun Tramens), de Miguel Angel Badal Salvador, primera novela de un autor novel que fue merecidamente finalista del Premio de Novela Histórica CajaGranada 2010.
En ella, el obispo Cresconio escribe la crónica de su vida y su santo Pascentio, y su encuentro con los lordemanos, las gentes vikingas que asolaron Galicia en el siglo XI. A lo largo de sus páginas descubriremos su pasado, las pasiones y hechos de juventud que luego atormentaran su vejez, el entorno de pánico y terror de sus años provocados por las luchas entre nobles gallegos y reyes castellanos, las baugadas vasconas, y los lordomanos, los temibles hombre del norte de Europa llegados a tierras gallegas, que venderán su fuerza y su espada a los nobles y a sus propios intereses. Guerra, hambre, desolación, ¿quién no daría la razón a los sufrientes gallegos, que parecía todo la antesala del Apocalípsis, de la Parusía del fin de los tiempos?
Miguel Angel Badal consigue magia, inundándolo todo de prosa antigua, de una rica muestra del vocabulario de época, expresiones, descripciones y una lograda ambientación, donde el frío gallego, el agua, la brisa y el mar lo envuelven todo, mostrándonos la Compostela que sobrevive tras los ataques de los agarenos de Almanzor, y las reliquias en tumba de piedra del apostol Jacobo, que los hombres también llaman Santiago alrededor de la cual las gentes se apiñan en busca de respuesta a su dura existencia. Cresconio, obispo excomulgado, guerrero, erudito, emisario y testigo de grandes milagros y hechos, nos dejará un recuerdo imborrable. Es una novela de un escritor joven imbuido del espíritu de lo viejo. Centurias de añejas palabras resucitan con habilidad de su cálamo.
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De la entrada anterior, las respuestas eran: Diocleciano, Nicomedia; los hérulos tomaron Roma en el 476; Belisario y Narsés reconquistaron el Mediterráneo para Justiniano, quien era conocido como "el emperador que nunca dormía"; Heraclio derrotó a los persas, mientras la triple muralla de Teodosio detenía a los búlgaros en la capital;"Salomón, te he superado" fue la exclamación de Justiniano al inaugurar Santa Sofía; Justiniano II fue "el emperador loco" y el imperio árabe sustituirá al persa como la mayor amenaza de los bizantinos.
Desde su salida a las librerías hace 4 días, "El Mármara en llamas" ha salido como destacado en FNAC y GRAMMATA; ya está distribuido por casi toda España, y en mi próxima entrada espero confirmar fechas de eventos, presentaciones y firmas. ¡No os la perdáis!