(BIZANCIO, Capítulo 03, págs. 42-43) (continuación)
Elijah de Palmira ganó posiciones detrás de Rufo de Crotonia. Hattu dobló la Columna de la Luna en primera posición, seguido de Arcadio, Elijah y Rufo, y los dos últimos corredores, muy rezagados. Cayó un nuevo delfín. Sólo quedaban dos. Arcadio persiguió furioso el rastro del persa, intentando a la vez no ser adelantado por el palmirano. Rufo de Crotonia cayó al suelo al volcar su carro. Uno de sus caballos había pisado mal en la pista, torciéndose una mano. Los dos últimos corredores le esquivaron. Una parte de la grada se levantó consternada por el susto, vitoreándole cuando se puso en pie y saludó sin nada más que unos rasguños. Sólo Elijah de Palmira representaba en ese momento a los Verdes en la cabeza de carrera.
-¡Por San Sergio, Elijah, corre! –gritó Casiodoro exaltado. Miguel rompió sus boletos de apuesta. Había apostado por Rufo.
-He perdido dos miliarisios de plata –se lamentó -¡Supongo que si ganas me invitarás para celebrarlo!¡Por Santo Tomás, corre, Elijah, corre!
Miles de personas coreaban el nombre del palmirano, que ya empezaba a sobrepasar a Arcadio cuando éste le cerró el paso bruscamente. En la grada sur sonó un multitudinario abucheo, mientras en la norte el júbilo colmaba muchas voces. Otro delfín cayó. Era la última vuelta.
-¿A cuánto estaban las apuestas, Casio?
-¡Siete a uno!
Los veloces corceles de Hattu daban señales de cansancio para desesperación del persa. Acortaron el paso resoplantes y Arcadio aceleró su biga fustigando una y otra vez a sus caballos. Hattu intentó impedirle el paso pero el carro del tesalónico era robusto y no logró cerrarle el camino. Doblaron la Columna del Sol y encararon la recta final. El público aulló y se puso en pie cuando Elijah de Palmira empleó el exterior de la pista para ponerse a la par de Arcadio. Hattu se retrasaba. Sus corceles estaban agotados; ya no podría ganar. Elijah pasó a Hattu y resueltamente colisionó por el lateral con el carro rojo de Arcadio, quien sorprendido perdió el control de su biga por un segundo. Ese segundo fue suficiente para que el palmirano le sacara medio cuerpo al tesalónico. Arcadio de Tesalónica le seguía al lado, maldiciendo a su raza y jurando que se vengaría de él, pero no pudo evitar la derrota. Elijah de Palmira cruzó la meta como una exhalación y continuó después realizando una vuelta de honor por la grada norte, donde fue despreciado, y al fin por la grada sur, donde le aclamaron como a un dios.
-¿Cuánto habías apostado? –preguntó Miguel a Casiodoro, los dos abrazándose llenos de júbilo.
-¡Cuatro miliarisios de plata!
-Entonces... ¡son veinticinco de ganancia!
Casiodoro se echó a reír.
-¿Pero qué dices?¡Son veintiocho, hombre!¡Elijah!¡Elijah de Palmira!
************************************************************
La Red es una mina de información si uno busca con paciencia. Como yo, en pleno proceso de formación como escritor, tengo claro que adolezco de, digamos, "lagunas de procedimiento", encuentro muy útil cuanto consejo sobre cómo escribir y cómo hacerlo bien cae en mi mano.
Os pongo a continuación un enlace a un artículo titulado ¿CÓMO ESCRIBIR NOVELAS Y RELATOS? que a mí me impactó, porque a diferencia de muchos sitios de Internet donde se presenta la Escritura como algo sencillo y en color de rosa éste es claro, realista, contundente y muestra lo blanco y lo negro.
Ya me contaréis que os parece.
Pues sí, Hemingway fue rechazado veintisiete veces, veintisiete nada menos, veintisiete editoriales que lo descartaron mondo y lirondo. Que luego ganara el premio Nobel de literatura no es lo importante, sino que encajó veintisiete derrotas una tras otra y sin embargo volvía a levantarse. Todo un peso pesado de las letras.
domingo, 28 de septiembre de 2008
martes, 23 de septiembre de 2008
¡Por dos miliarisios de plata! (I)
Aprovechando que con el Equinoccio de Otoño estoy disfrutando de una semanita de descanso y el último chapuzón mediterráneo, he terminado un nuevo capítulo de BIZANCIO (sí, ya sé... hay otro; ¡ya lo cambiaré!). He decidido postergar la búsqueda de editorial y agente para EEDLA hasta la resolución del concurso de novela histórica, que será la última semana de Enero. ¿Por qué?
-Porque soy optimista. Mi objetivo es estar entre los finalistas. Creo que es posible, y las bases del concurso son estrictas. Prefiero no tener que rechazar a nadie, puede darse el caso ¡de que encuentre editorial y gane el premio, y tenga que elegir!
-Necesito "desintoxicarme" del EEDLA. Es una vorágine que me absorbe una y otra vez. Necesito olvidarme de él por un tiempo.
-¡Y lo que no quiero es olvidarme de la trama de Bizancio! Es el momento de dedicarle unos meses en exclusiva
-Tengo inquietud por iniciar otro proyecto, simultáneamente. Cambio de registro y de época, para mantener activa mi mente.
Por cierto, que por menos de dos miliarisios de plata (esto es, gratis), el Google tiene una fabulosa herramienta para búsqueda de docuemntación histórica. Se llama:
Books Google
Es una iniciativa paralela al Proyecto Gutemberg, que promueven ambos la universalización de la cultura y el conocimiento, permitiendo el acceso digital público y gratuito a libros descatalogados y ya sin derechos de autor, ¡y que pueden descargarse en PDF! Qué gran idea. Para Bizancio he descargado auténticos tomos de 1000 págs de historia del Imperio Bizantino, publicados ¡en 1856! Una maravilla de datos y datos, que sería imposible encontrar de otra forma. Y Google se ha tomado la molestia de escanearlos y digitalizarlos para todos.
Eso debiera ser Internet, un medio para promover educación, cultura y conocimiento. Una herramienta formidable.
Y a continuación, como golosina os dejo con otro fragmento de BIZANCIO.
*********************************************************
(BIZANCIO, Capítulo 03, pág. 40-42)
Las trompetas sonaron en honor del emperador. En el lado sur, dominando la pista, estaba el Kathisma, el palco del emperador. Estaba conectado al palacio real por una entrada privada. La cortina de seda que lo cubría estaba recogida. León III estaba allí, vestido de púrpura. Levantó la mano en señal de saludo, la multitud le aclamó e inmediatamente las trompetas volvieron a sonar. Las carreras dieron comienzo. Serían siete vueltas muy disputadas.
Los ocho corredores conducían bigas, preferidas en vez de las cuádrigas, porque con dos caballos corrían como una exhalación, dejando tras de sí una estela de polvo. Rufo de Crotonia era el favorito de los Verdes. Por los Azules el más vitoreado era Arcadio de Tesalónica. Era rápido, feroz y carecía totalmente de escrúpulos. Era un auténtico asesino y la muchedumbre le aclamaba.
Los conductores vestían túnica de diferentes colores y cintas de cuero entrecruzadas como protectores de los antebrazos frente a los roces con las riendas. Los caballos, ágiles y veloces, mordían los bocados con rabia, llenándolos de espuma. El público les animaba a voces, les insultaba, algunos imploraban la derrota de tal o cual biga, otros su victoria. Antes de finalizar la primera vuelta Arcadio de Tesalónica embistió a un competidor contra el muro exterior de la pista. Los caballos tropezaron entre sí y el carro volcó arrojando a su conductor a los pies de las yeguas blancas de Elijah de Palmira. Arcadio rugió con el público, azuzando a sus animales, mientras el equipo de limpieza retiraba al moribundo de la pista, dejando un rastro sanguinolento en la arena. La multitud saboreó el espectáculo.
-Están sedientos de sangre –reflexionó el emperador desde el palco – Vida y muerte, repartidas a partes iguales en la arena.
La emperatriz María le tomó la mano.
-El pueblo te adora. ¡Has conseguido una gran victoria!
León III tomó su pequeña mano de piel blanca y perfumada entre las suyas, grandes y ásperas.
-Cuanto más alta esté nuestra moral, mejor. Pero es sólo el inicio. Sólo ha sido una batalla.
La emperatriz tomó un fino abanico de madera de haya y mango de marfil, y cogió una uva de la bandeja de plata llena de fruta, y se la ofreció a su esposo. Él sonrió.
-Tú eres quien me motiva, mi señora –dijo León. El emperador no podía apostar por ninguno de los corredores. Si lo hiciera podía interpretarse como un deseo imperial que debiera ser satisfecho a toda costa. Conocía a Arcadio. Le había tenido en sus filas diez años atrás, antes de que un crimen pasional le mandara a la arena.
El público vitoreó a Rufo de Crotonia cuando por un momento pareció capaz de adelantar al tesalónico. Otro de los participantes midió mal las distancias y la rueda izquierda de su carro rozó la espina cerca de la Columna del Sol. El eje se rompió y él salió disparado, aterrizando entre los dioses de mármol de la espina. Se levantó tambaleante por sus propios medios. Sólo quedaban seis bigas. Cayó otro delfín del contador; quedaban cuatro vueltas.
La emperatriz cogió un albaricoque de carne jugosa y azucarada.
-¿Te has enterado del infortunio del senador Antonio? Han apresado a su hijo pidiendo un inmenso rescate. Dicen que le han enviado una mano con el anillo familiar para incentivarle. ¡Qué horror!
-No puedo hacer nada por él, María.
-¡Podrías enviar un negociador! Un intermediario.
Los dos sementales del crotense evitaron el carro destrozado pero perdieron la oportunidad preciosa de adelantar al favorito de los Azules, en pugna con un carro plateado conducido por un persa llamado Hattu.
-Si negocio con los árabes aunque sea por el rescate de un hombre perderemos nuestra apariencia de fortaleza. No suplicaré por un soldado cuando cien mil ciudadanos están sitiados y en peligro.
Hattu el persa, príncipe heredero de una casa antiquísima, con una maniobra llena de elegancia, al concluir la cuarta vuelta cruzó del exterior al interior por detrás del carro rojo de Arcadio, adelantándolo al tomar la siguiente curva. El público enloqueció.
-Es un hombre piadoso y temeroso de Dios. Y para mí sería muy importante, mi señor. ¿No hay ninguna posibilidad?
León III sonrió mirando al público pero no dijo nada.
-Porque soy optimista. Mi objetivo es estar entre los finalistas. Creo que es posible, y las bases del concurso son estrictas. Prefiero no tener que rechazar a nadie, puede darse el caso ¡de que encuentre editorial y gane el premio, y tenga que elegir!
-Necesito "desintoxicarme" del EEDLA. Es una vorágine que me absorbe una y otra vez. Necesito olvidarme de él por un tiempo.
-¡Y lo que no quiero es olvidarme de la trama de Bizancio! Es el momento de dedicarle unos meses en exclusiva
-Tengo inquietud por iniciar otro proyecto, simultáneamente. Cambio de registro y de época, para mantener activa mi mente.
Por cierto, que por menos de dos miliarisios de plata (esto es, gratis), el Google tiene una fabulosa herramienta para búsqueda de docuemntación histórica. Se llama:
Books Google
Es una iniciativa paralela al Proyecto Gutemberg, que promueven ambos la universalización de la cultura y el conocimiento, permitiendo el acceso digital público y gratuito a libros descatalogados y ya sin derechos de autor, ¡y que pueden descargarse en PDF! Qué gran idea. Para Bizancio he descargado auténticos tomos de 1000 págs de historia del Imperio Bizantino, publicados ¡en 1856! Una maravilla de datos y datos, que sería imposible encontrar de otra forma. Y Google se ha tomado la molestia de escanearlos y digitalizarlos para todos.
Eso debiera ser Internet, un medio para promover educación, cultura y conocimiento. Una herramienta formidable.
Y a continuación, como golosina os dejo con otro fragmento de BIZANCIO.
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(BIZANCIO, Capítulo 03, pág. 40-42)
Las trompetas sonaron en honor del emperador. En el lado sur, dominando la pista, estaba el Kathisma, el palco del emperador. Estaba conectado al palacio real por una entrada privada. La cortina de seda que lo cubría estaba recogida. León III estaba allí, vestido de púrpura. Levantó la mano en señal de saludo, la multitud le aclamó e inmediatamente las trompetas volvieron a sonar. Las carreras dieron comienzo. Serían siete vueltas muy disputadas.
Los ocho corredores conducían bigas, preferidas en vez de las cuádrigas, porque con dos caballos corrían como una exhalación, dejando tras de sí una estela de polvo. Rufo de Crotonia era el favorito de los Verdes. Por los Azules el más vitoreado era Arcadio de Tesalónica. Era rápido, feroz y carecía totalmente de escrúpulos. Era un auténtico asesino y la muchedumbre le aclamaba.
Los conductores vestían túnica de diferentes colores y cintas de cuero entrecruzadas como protectores de los antebrazos frente a los roces con las riendas. Los caballos, ágiles y veloces, mordían los bocados con rabia, llenándolos de espuma. El público les animaba a voces, les insultaba, algunos imploraban la derrota de tal o cual biga, otros su victoria. Antes de finalizar la primera vuelta Arcadio de Tesalónica embistió a un competidor contra el muro exterior de la pista. Los caballos tropezaron entre sí y el carro volcó arrojando a su conductor a los pies de las yeguas blancas de Elijah de Palmira. Arcadio rugió con el público, azuzando a sus animales, mientras el equipo de limpieza retiraba al moribundo de la pista, dejando un rastro sanguinolento en la arena. La multitud saboreó el espectáculo.
-Están sedientos de sangre –reflexionó el emperador desde el palco – Vida y muerte, repartidas a partes iguales en la arena.
La emperatriz María le tomó la mano.
-El pueblo te adora. ¡Has conseguido una gran victoria!
León III tomó su pequeña mano de piel blanca y perfumada entre las suyas, grandes y ásperas.
-Cuanto más alta esté nuestra moral, mejor. Pero es sólo el inicio. Sólo ha sido una batalla.
La emperatriz tomó un fino abanico de madera de haya y mango de marfil, y cogió una uva de la bandeja de plata llena de fruta, y se la ofreció a su esposo. Él sonrió.
-Tú eres quien me motiva, mi señora –dijo León. El emperador no podía apostar por ninguno de los corredores. Si lo hiciera podía interpretarse como un deseo imperial que debiera ser satisfecho a toda costa. Conocía a Arcadio. Le había tenido en sus filas diez años atrás, antes de que un crimen pasional le mandara a la arena.
El público vitoreó a Rufo de Crotonia cuando por un momento pareció capaz de adelantar al tesalónico. Otro de los participantes midió mal las distancias y la rueda izquierda de su carro rozó la espina cerca de la Columna del Sol. El eje se rompió y él salió disparado, aterrizando entre los dioses de mármol de la espina. Se levantó tambaleante por sus propios medios. Sólo quedaban seis bigas. Cayó otro delfín del contador; quedaban cuatro vueltas.
La emperatriz cogió un albaricoque de carne jugosa y azucarada.
-¿Te has enterado del infortunio del senador Antonio? Han apresado a su hijo pidiendo un inmenso rescate. Dicen que le han enviado una mano con el anillo familiar para incentivarle. ¡Qué horror!
-No puedo hacer nada por él, María.
-¡Podrías enviar un negociador! Un intermediario.
Los dos sementales del crotense evitaron el carro destrozado pero perdieron la oportunidad preciosa de adelantar al favorito de los Azules, en pugna con un carro plateado conducido por un persa llamado Hattu.
-Si negocio con los árabes aunque sea por el rescate de un hombre perderemos nuestra apariencia de fortaleza. No suplicaré por un soldado cuando cien mil ciudadanos están sitiados y en peligro.
Hattu el persa, príncipe heredero de una casa antiquísima, con una maniobra llena de elegancia, al concluir la cuarta vuelta cruzó del exterior al interior por detrás del carro rojo de Arcadio, adelantándolo al tomar la siguiente curva. El público enloqueció.
-Es un hombre piadoso y temeroso de Dios. Y para mí sería muy importante, mi señor. ¿No hay ninguna posibilidad?
León III sonrió mirando al público pero no dijo nada.
viernes, 12 de septiembre de 2008
Música medieval y otras milongas
La semana se hace interminable en el trabajo si no tengo música de fondo. Y después de buscar y buscar, encontré un tesoro inesperado: una radio online dedicada exclusivamente a musiva medieval y del renacimiento. ¿No es increíble y maravilloso?
Cuando uno la escucha se traslada en el tiempo, a un lugar sin coches, sin ruidos industriales, sin MP3, sin internet, sin ansias consumistas. Yo cierro los ojos y escucho la música, y me doy cuenta que, si estuviera en el siglo XII escuchando esa música, eso significaría que estaría en una edificación de piedra, una mansión o un castillo, posiblemente de sirviente, no creo que de señor. Pero lejos del terruño, del cruel arado de rejilla, de la vida dura y recia de los campesinos, de la crueldad inconcenbible de una vida de guerra, religión, injusticia y miseria para una inmensa mayoría, y que tendría que dar gracias por estar allí, junto a los músicos y junto al cerdo asándose lentamente clavado en el espeto.
Entonces pienso que, aunque parezca que nuestro mundo es cruel e injusto, más lo era antes, muchísimo más despiadado, y por mal que parezca que estemos en realidad no deberíamos dejar de agradecer que nos hayan concedido vivir con las comodidades que conocemos. Y opino que debemos intentar que nuestra presencia aquí, ahora, marque una diferencia, que nuestra estancia en la Tierra no pase desapercibida.
Pensamiento medieval, música medieval, entorno medieval... sí, un ambiente perfecto para la inspiración y la escritura.
La radio se llama Ancient FM, online las 24 horas, 7 días a la semana. Excelente, excelente. Ahora estoy buscando algo más antiguo aún... música griega y bizantina, que ha inspirado la página web del Imperio Bizantino . Como lo encuentre será la releche.
Me siento optimista: he retomado BIZANCIO y hoy ha salido el paquete con mis ejemplares encuadernados para el premio de novela histórica al cual me presento. ¡Bon vouyage!
Cuando uno la escucha se traslada en el tiempo, a un lugar sin coches, sin ruidos industriales, sin MP3, sin internet, sin ansias consumistas. Yo cierro los ojos y escucho la música, y me doy cuenta que, si estuviera en el siglo XII escuchando esa música, eso significaría que estaría en una edificación de piedra, una mansión o un castillo, posiblemente de sirviente, no creo que de señor. Pero lejos del terruño, del cruel arado de rejilla, de la vida dura y recia de los campesinos, de la crueldad inconcenbible de una vida de guerra, religión, injusticia y miseria para una inmensa mayoría, y que tendría que dar gracias por estar allí, junto a los músicos y junto al cerdo asándose lentamente clavado en el espeto.
Entonces pienso que, aunque parezca que nuestro mundo es cruel e injusto, más lo era antes, muchísimo más despiadado, y por mal que parezca que estemos en realidad no deberíamos dejar de agradecer que nos hayan concedido vivir con las comodidades que conocemos. Y opino que debemos intentar que nuestra presencia aquí, ahora, marque una diferencia, que nuestra estancia en la Tierra no pase desapercibida.
Pensamiento medieval, música medieval, entorno medieval... sí, un ambiente perfecto para la inspiración y la escritura.
La radio se llama Ancient FM, online las 24 horas, 7 días a la semana. Excelente, excelente. Ahora estoy buscando algo más antiguo aún... música griega y bizantina, que ha inspirado la página web del Imperio Bizantino . Como lo encuentre será la releche.
Me siento optimista: he retomado BIZANCIO y hoy ha salido el paquete con mis ejemplares encuadernados para el premio de novela histórica al cual me presento. ¡Bon vouyage!
domingo, 7 de septiembre de 2008
En el valle de las sombras...
Después de una semana agotadora he tomado mayor conciencia de las dificultades dignas de Teseo que supone conseguir la meta de llegar a publicar. No digo que sea imposible (no lo es) sino que me siento tentado de ser víctima de mis propios pensamientos negativos. Allá van unos cuantos:
-Los concursos: siento una gran ilusión por enviar mi obra a un importante concurso, sí, pero a la vez me rodea una sensación de futilidad extraña. ¿Por qué?:
a) Ningún escritor novel ha ganado nunca un certamen importante. ¿El que ganen siempre autores ya consagrados es casualidad? Dejo el margen de la duda para los que aún conserven inocencia y esperanza
b) Mi objetivo más bien es que de esa forma mi obra llegue a manos de gente del mundo editorial que de otra forma no la aceptarían. Supondré que se presentan 400 obras más. Demasiada lectura. El proceso de selección será parecido a cuando uno entra en la libreria: lectura de las dos primeras páginas, luego al azar páginas de dos o tres capítulos, y si engancha ya pasará la primera criba. Aunque vendrán más, y de 400 se dejarán digamos 15 obras para la final, que serán las leídas. Si llegara a esa criba final ya me daría por satisfecho.
c) ¿Soy honesto conmigo?¿Es mi libro "bueno" para competir con todos los demás? Bueno, algunos lo han leído y me han dado buena opinión incluso críticas aceptadas y aplicadas. Intento ser subjetivo. Si cojo el libro y leo al azar... bueno, a mí me engancha. Pero claro, yo lo he parido; aunque es un inicio.
d)Luego leo otros de autores "consagrados"... y la verdad, no sé cómo han conseguido que alguien lo lea. Insufribles para mí.
-Los autores consagrados. ¿Quienes son? Entiendo que hay realmente una clase única: aquellos que llegan al público porque aportan algo diferente a todos los demás, que mantienen su identidad literaria a lo largo de varias obras y de su vida, y que además llegan a alcanzar por ello mismo fama y superviviencia económica literaria... que les permite vivir de la literartura, vamos. Vivir de la literatura no quiere decir que sean superventas y vendan 8 millones de ejemplares con su primera obra, sino que pueden dedicarse a ello dignamente.
-Lógicamente los premios ayudan a un escritor a seguir escribiendo. Y si ya es conocido, con el premio lo será más, y las ventas lo notarán claro. El negocio es el negocio, así que ¿para qué consagrar a alguien desconocido cuando alguno medio popular y "de la casa" está a mano?
-La publicación es a largo plazo. No será algo inmediato. Sin embargo algunos lo consiguen al año. O bien son unos fenómenos que además han sabido tocar a las puertas adecuadas o bien el trabajo propio tiene algún serio problema, que uno mismo no puede detectar (oh, oh). Así que de todas maneras hay que salir al exterior y los rechazos también son aprendizaje, por mal que nos pesen.
Pero muchos otros también fueron rechazados en su momento.
-Hemingway fue rechazado 27 veces. Sus primeros trabajos en 1923 pasaron desapercibidos. Después consiguió publicar "Fiesta", tras 27 derrotas editoriales.
-J.K.Rowling fue rechazada 7 veces, hasta que convenció a una editorial de su proyecto de la historia de un niño mago con varias secuelas. Un éxito a la perseverancia.
Os recomiendo la página www.premura.com donde podéis leer entrevistas a escritores consagrados hablando de sus inicios, sus dudas, sus métodos y opiniones. ¡Es muy edificante!
Incluso en el valle más umbrío a veces llega la luz del sol. Hoy terminaré con una frase: "El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera." (Ernest Hemingway)
-Los concursos: siento una gran ilusión por enviar mi obra a un importante concurso, sí, pero a la vez me rodea una sensación de futilidad extraña. ¿Por qué?:
a) Ningún escritor novel ha ganado nunca un certamen importante. ¿El que ganen siempre autores ya consagrados es casualidad? Dejo el margen de la duda para los que aún conserven inocencia y esperanza
b) Mi objetivo más bien es que de esa forma mi obra llegue a manos de gente del mundo editorial que de otra forma no la aceptarían. Supondré que se presentan 400 obras más. Demasiada lectura. El proceso de selección será parecido a cuando uno entra en la libreria: lectura de las dos primeras páginas, luego al azar páginas de dos o tres capítulos, y si engancha ya pasará la primera criba. Aunque vendrán más, y de 400 se dejarán digamos 15 obras para la final, que serán las leídas. Si llegara a esa criba final ya me daría por satisfecho.
c) ¿Soy honesto conmigo?¿Es mi libro "bueno" para competir con todos los demás? Bueno, algunos lo han leído y me han dado buena opinión incluso críticas aceptadas y aplicadas. Intento ser subjetivo. Si cojo el libro y leo al azar... bueno, a mí me engancha. Pero claro, yo lo he parido; aunque es un inicio.
d)Luego leo otros de autores "consagrados"... y la verdad, no sé cómo han conseguido que alguien lo lea. Insufribles para mí.
-Los autores consagrados. ¿Quienes son? Entiendo que hay realmente una clase única: aquellos que llegan al público porque aportan algo diferente a todos los demás, que mantienen su identidad literaria a lo largo de varias obras y de su vida, y que además llegan a alcanzar por ello mismo fama y superviviencia económica literaria... que les permite vivir de la literartura, vamos. Vivir de la literatura no quiere decir que sean superventas y vendan 8 millones de ejemplares con su primera obra, sino que pueden dedicarse a ello dignamente.
-Lógicamente los premios ayudan a un escritor a seguir escribiendo. Y si ya es conocido, con el premio lo será más, y las ventas lo notarán claro. El negocio es el negocio, así que ¿para qué consagrar a alguien desconocido cuando alguno medio popular y "de la casa" está a mano?
-La publicación es a largo plazo. No será algo inmediato. Sin embargo algunos lo consiguen al año. O bien son unos fenómenos que además han sabido tocar a las puertas adecuadas o bien el trabajo propio tiene algún serio problema, que uno mismo no puede detectar (oh, oh). Así que de todas maneras hay que salir al exterior y los rechazos también son aprendizaje, por mal que nos pesen.
Pero muchos otros también fueron rechazados en su momento.
-Hemingway fue rechazado 27 veces. Sus primeros trabajos en 1923 pasaron desapercibidos. Después consiguió publicar "Fiesta", tras 27 derrotas editoriales.
-J.K.Rowling fue rechazada 7 veces, hasta que convenció a una editorial de su proyecto de la historia de un niño mago con varias secuelas. Un éxito a la perseverancia.
Os recomiendo la página www.premura.com donde podéis leer entrevistas a escritores consagrados hablando de sus inicios, sus dudas, sus métodos y opiniones. ¡Es muy edificante!
Incluso en el valle más umbrío a veces llega la luz del sol. Hoy terminaré con una frase: "El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera." (Ernest Hemingway)
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