(BIZANCIO, Capítulo 03, págs. 42-43) (continuación)
Elijah de Palmira ganó posiciones detrás de Rufo de Crotonia. Hattu dobló la Columna de la Luna en primera posición, seguido de Arcadio, Elijah y Rufo, y los dos últimos corredores, muy rezagados. Cayó un nuevo delfín. Sólo quedaban dos. Arcadio persiguió furioso el rastro del persa, intentando a la vez no ser adelantado por el palmirano. Rufo de Crotonia cayó al suelo al volcar su carro. Uno de sus caballos había pisado mal en la pista, torciéndose una mano. Los dos últimos corredores le esquivaron. Una parte de la grada se levantó consternada por el susto, vitoreándole cuando se puso en pie y saludó sin nada más que unos rasguños. Sólo Elijah de Palmira representaba en ese momento a los Verdes en la cabeza de carrera.
-¡Por San Sergio, Elijah, corre! –gritó Casiodoro exaltado. Miguel rompió sus boletos de apuesta. Había apostado por Rufo.
-He perdido dos miliarisios de plata –se lamentó -¡Supongo que si ganas me invitarás para celebrarlo!¡Por Santo Tomás, corre, Elijah, corre!
Miles de personas coreaban el nombre del palmirano, que ya empezaba a sobrepasar a Arcadio cuando éste le cerró el paso bruscamente. En la grada sur sonó un multitudinario abucheo, mientras en la norte el júbilo colmaba muchas voces. Otro delfín cayó. Era la última vuelta.
-¿A cuánto estaban las apuestas, Casio?
-¡Siete a uno!
Los veloces corceles de Hattu daban señales de cansancio para desesperación del persa. Acortaron el paso resoplantes y Arcadio aceleró su biga fustigando una y otra vez a sus caballos. Hattu intentó impedirle el paso pero el carro del tesalónico era robusto y no logró cerrarle el camino. Doblaron la Columna del Sol y encararon la recta final. El público aulló y se puso en pie cuando Elijah de Palmira empleó el exterior de la pista para ponerse a la par de Arcadio. Hattu se retrasaba. Sus corceles estaban agotados; ya no podría ganar. Elijah pasó a Hattu y resueltamente colisionó por el lateral con el carro rojo de Arcadio, quien sorprendido perdió el control de su biga por un segundo. Ese segundo fue suficiente para que el palmirano le sacara medio cuerpo al tesalónico. Arcadio de Tesalónica le seguía al lado, maldiciendo a su raza y jurando que se vengaría de él, pero no pudo evitar la derrota. Elijah de Palmira cruzó la meta como una exhalación y continuó después realizando una vuelta de honor por la grada norte, donde fue despreciado, y al fin por la grada sur, donde le aclamaron como a un dios.
-¿Cuánto habías apostado? –preguntó Miguel a Casiodoro, los dos abrazándose llenos de júbilo.
-¡Cuatro miliarisios de plata!
-Entonces... ¡son veinticinco de ganancia!
Casiodoro se echó a reír.
-¿Pero qué dices?¡Son veintiocho, hombre!¡Elijah!¡Elijah de Palmira!
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La Red es una mina de información si uno busca con paciencia. Como yo, en pleno proceso de formación como escritor, tengo claro que adolezco de, digamos, "lagunas de procedimiento", encuentro muy útil cuanto consejo sobre cómo escribir y cómo hacerlo bien cae en mi mano.
Os pongo a continuación un enlace a un artículo titulado ¿CÓMO ESCRIBIR NOVELAS Y RELATOS? que a mí me impactó, porque a diferencia de muchos sitios de Internet donde se presenta la Escritura como algo sencillo y en color de rosa éste es claro, realista, contundente y muestra lo blanco y lo negro.
Ya me contaréis que os parece.