Todo final de año sucede lo mismo, es el momento de una recapitulación de lo acontendido en el año que termina. ¿Teníamos nuestras ilusiones, se han cumplido, se han frustrado? Estoy relativamente satisfecho del 2013: conseguimos celebrar las Primeras Jornadas de Novela Histórica de Granada con éxito (ya estamos preparado la segunda edición para marzo de 2014) y mi tercera novela "El señor de Castilla" vio la luz de nuevo con Ediciones B, con presentaciones muy emocionantes en Granada y Jaén. Quedé en tercer lugar en el concurso anual de relato histórico Hislibris, celebrado este año en Carmona (Sevilla). En noviembre participé como autor invitado en la segunda edición del Certamen Internacional de Novela Histórica "Ciudad de Úbeda". Literariamente son mis logros principales de este año.
Lo que me falta es tiempo para hacer más cosas. Le quitamos la jornada laboral a tiempo completo (y más allá del deber) en mi exilio sevillano (con todo, bendito trabajo); le quitamos horas y horas de viaje, madrugones y urgencias varias; le quitamos nuestra vida social y familiar y eventos literarios; dormir, comer, logística del hogar... y casi que se nos ha ido el año entero. Falta tiempo para leer más, por ejemplo. Sí, los que escribimos novela histórica leemos muchísimo, lo que pasa es que casi todo lo que leemos o es documentación o es nuestra propia escritura en revisión y corrección. Siempre hay una pila de libros pendiente de lectura, de hecho cada vez lucho más contra mí mismo a la hora de comprar nuevos libros. Como cada vez conozco a más compañeros de letras (todos estamos concentrados, todos estamos escribiendo a todas horas, ocupados como tejones creando más y más libros) más ansia tengo de leerlos a todos y sin embargo no lo hago, se me acumulan y crecen las opciones. Los libros son para leerlos, no para acumularlos; así que hasta que no deje mi pila de pendientes a cero no compro casi nada.
Como me gusta indagar autores varios y voces diversas, uno tropieza a veces con libros que se te clavan en el alma. Sin tener en cuenta los míos, yo quiero recomendaros el libro que más me ha impactado este 2013. Impactado, porque lo leí en el momento personal propicio; porque se convirtió en un espejo de mis dudas y preocupaciones; y porque era la primera novela de su autor y me pareció extraordinaria, lo cual sirve de cura de humildad sobre lo mucho que me queda por aprender. Mi libro leído y elegido este año es:
"El coleccionista", de John Fowles.
No, no es novela histórica, y es cortito, no llega a 300 páginas. Y no, no es reciente, sino una reedición de la editorial Sextopiso (este libro se publicó por primera vez en 1964). Bucear fuera del histerismo de las novedades trae grandes sorpresas.
Termino el año con más optimismo del que empecé, y eso es importante. He restringido mi presencia en la Red, he declinado algunas colaboraciones... he ganado tiempo para mí, para leer y para reencontrarme cuando estaba perdido. Con menos ruido a mi alrededor escribo mejor y disfruto más. Lo estoy notando positivamente y espero que 2014 transforme todo eso en noticias positivas que os daré a conocer pronto.
Disfrutemos lo que podamos, que escribir sea placentero y no un sacrificio solitario, y dejemos el ansia de la gloria para otros:
"La gloria, señor caballero, en los tiempos que vivimos, no es más que la fama que se adquiere en las tabernas cuando un cantor vagabundo celebra ante un concurso de villanos ebrios las hazañas de los que ya no existen"
(Cita de la novela histórica IVANHOE, de Sir Walter Scott, escrita en 1815)
Lectores, os deseo una Feliz Nochevieja y buen comienzo de Año 2014

Pues sí, Hemingway fue rechazado veintisiete veces, veintisiete nada menos, veintisiete editoriales que lo descartaron mondo y lirondo. Que luego ganara el premio Nobel de literatura no es lo importante, sino que encajó veintisiete derrotas una tras otra y sin embargo volvía a levantarse. Todo un peso pesado de las letras.
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martes, 31 de diciembre de 2013
domingo, 30 de septiembre de 2012
Será que es otoño
Es domingo y me rodea una extraña pesadumbre, y me pregunto por qué. He dedicado un rato a escribir, brilla el sol después de una semana de nubes y agua, aún tengo una buena tarde por delante, y ya me estoy amargando pensando en mañana, lunes. Vuelta a un trabajo en agonía, pendiente de si esta semana será o no será la última.
Y me da por pensar en todo el tiempo que perdemos, en toda la vida que dejamos de vivir, mientras nos amargamos pensando en el futuro, en las posibilidades que pueden ocurrir, con todas sus consecuencias vitales, pero que nunca, nunca llegarán a suceder. De todo lo que podemos imaginar, sólo una realidad tendrá lugar, y todas las demás irrealidades agotan mis fuerzas y me atan, me ciegan y me derrumban.
Leí este verano un libro que me pareció magnífico, quizás porque empaticé con los protagonistas, porque relacioné sus hechos con hechos de mi vida que aún me queman, y que me ha hecho reflexionar, que nos quejamos innecesariamente, inútilmente, de nuestra propia situación.
Lo que nos rodea, es como es. Tenemos que salir de nuestra prisión interior, y tomar lo que la vida nos ofrece cuando nos lo ofrece. Rechazarlo, es cerrarnos a vivir y comenzar a morir en amargura.
El libro es "El coleccionista", de John Fowles
Con ese pensamiento vivo estos días de incertidumbre. Será que es otoño.
Y me da por pensar en todo el tiempo que perdemos, en toda la vida que dejamos de vivir, mientras nos amargamos pensando en el futuro, en las posibilidades que pueden ocurrir, con todas sus consecuencias vitales, pero que nunca, nunca llegarán a suceder. De todo lo que podemos imaginar, sólo una realidad tendrá lugar, y todas las demás irrealidades agotan mis fuerzas y me atan, me ciegan y me derrumban.
Leí este verano un libro que me pareció magnífico, quizás porque empaticé con los protagonistas, porque relacioné sus hechos con hechos de mi vida que aún me queman, y que me ha hecho reflexionar, que nos quejamos innecesariamente, inútilmente, de nuestra propia situación.
Lo que nos rodea, es como es. Tenemos que salir de nuestra prisión interior, y tomar lo que la vida nos ofrece cuando nos lo ofrece. Rechazarlo, es cerrarnos a vivir y comenzar a morir en amargura.
El libro es "El coleccionista", de John Fowles
Con ese pensamiento vivo estos días de incertidumbre. Será que es otoño.
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