Para el año 2013, el presupuesto estatal destinado a la adquisición de nuevos libros para la bibliotecas públicas se ha reducido, en un 100%. Cero euros para la adquisición de nuevos ejemplares, en un país que cada año publica 90.000 títulos nuevos.
¿De cuánto presupuesto estamos hablando? De unos 30 millones de euros en 2008, a cero euros en 2013. Se habla incluso de que se estudia implantar el préstamo de pago. ¿Acaso las bibliotecas dejarán de ser los centros gratuitos al conocimiento? Este último año siempre he defendido el papel de las bibiotecas públicas, que permite a todos los ciudadanos acceder a la cultura, a la lectura, a pesar de la Crisis. Un último reducto. Un último paraíso para los lectores afectados por la falta de trabajo o de ingresos, para que puedan seguir cultivando su afición.
¿Cree el Gobierno de España que así acercará los libros a las nuevas generaciones? Qué será lo siguiente si se llega a imponer el préstamo de pago, ¿cerrar las bibliotecas que no se autofinancien, o no lleguen a un cupo de lectores?
Espero que al menos permitan las donaciones de libros. Yo por mi parte, si sigo escribiendo, me comprometo a que haya ejemplares de mis próximos libros en las bibliotecas de Granada, ciudad en la que resido. La lectura es para mí el último gran reducto de libertad individual que nos queda: entre mi libro y yo no hay nadie más, ni la realidad cotidiana ni la Crisis, ni los problemas sociales o laborales. Estamos solos, mi libro y yo.
Decía Groucho Marx, "que quien crea que la cultura es cara, que pruebe cómo de cara es la ignorancia."
Termino hablando también de bibliotecas, sí, pero por dos noticias que me han dado alegría:
Alanis Olga me ha remitido dos fotos desde el Estado de Texas (EEUU), en donde "El esclavo de la Al-Hamrá" esta disponible dentro de los fondos de préstamo de la "Pharr Memorial Library"
Y desde Finlandia, otro lector, Manuel González, sevillano emigrado, ha donado un ejemplar de "El Mármara en llamas" a la Biblioteca de Leppävaara, a unos 11 km del centro de Helsinki, de tres plantas, según me cuenta él "la mejor biblioteca de Finlandia".
¡Gracias a ambos!