Bueno, bueno, ya estamos en Mayo. Descuento con impaciencia los días en espera de nuevas noticas desde la editorial. Pronto me llegará el informe de estilo, con las correcciones finales antes de pasar a imprenta. ¡Estoy impaciente por sentir el tacto rugoso del papel, aspirar el olor ferruginoso de la tinta recién impresa, y deleitarme con su portada en rústica cartoné!
Creo que el Universo está conspirando un poquito a mi favor, por fin. La semana que viene se presenta en Granada una nueva revista en el panorama editorial, cuyo objetivo es la divulgación histórica; también contará con contenidos de actualidad. Se llamará GARNATA.
¿Os acordáis de la "Medieval Experience"? Resulta que un soldado de mi escuadra contactó con un grupo de recreacionistas que se ha ofrecido a amenizar la presentación con su atrezzo militar de diversas épocas. Son un grupo numeroso, e irán disfrazados como griegos, romanos, soldados medievales, arcabuceros de Flandes, gansters, en fin, de todo un poco. ¿Medievales? Sí, correcto. ¡Nosotros estaremos allí como normandos del s.XII! Así que en un mismo día compaginaré tres de mis aficiones: recreacionismo medieval, literatura y escritura de novela histórica, y si es posible conoceré a gente de la revista, y claro... les hablaré de mi novela. Hay que moverse, chicos.
Pero eso no es todo; hace cuatro días tuve un visión. Una inspiración de las musas. Ya sé de qué irá mi cuarta novela. Sé cómo comienza, sé quién estará; sé cuál será el final. ¡Con la tercera en marcha, tengo una gran impaciencia por comenzarla! Creo que intentaré alternarla. Y sé que será una gran historia. Como mi segundo libro, que de repente, por culpa de Asimov, ha regresado a mi mente exigiendo que le dé un último vistazo para tenerla lista para presentarla a la Agencia.
Además, por último, respecto a mi alienante vida laboral, tengo un Plan C en marcha; una oferta de trabajo a la que he ofrecido mi candidatura. Una oferta de esas que se dan una vez en la vida. Dentro de un par de semanas es posible que mi vida dé un vuelco de 180º.
¿Quién ha dicho miedo?