"Usted desea aprender a escribir. Tiene razón. De nada sirve tener las ideas justas si uno no sabe expresarlas debidamente. Ni las palabras, ni la elocuencia misma, son suficientes, porque las palabras se desvanecen. Un escrito perdura."
Descubrí a este autor, André Maurois (1885-1967, su verdadero nombre era Emil Herzog) dentro de un pequeño librito sobre el método de trabajo de varios escritores, para mí muchos de ellos desconocidos. Os transcribo a continuación unas líneas de su libro "El arte de escribir", sobre el camino de la escritura:
"Reducid los preparativos al mínimo. Es decir, no os preguntéis por largas horas cómo comenzar, sino comenzad. La primera frase sugerirá la siguiente. Los pensamientos se desarrollarán uno tras otro. Si queréis una trama, no avanzaréis jamás. Si esperáis inspiración, esperáis en vano. La inspiración nace del trabajo."
Me quedo con la primera y última frase, pues con el trabajo llega la inspiración y aparecerán las líneas magistrales de la trama. Lo han dicho muchos escritores: ¿quieres ser escritor? Pues escribe. Es decir, que hay que trabajar en ello con dedicación e ilusión, si bien para eso ayuda llevar un método.
Pero en esta entrada quería hacer hincapié en un párrafo que me cautivó. Este mes de septiembre será muy importante para mí, tanto en el plano personal como en el laboral, y en el campo literario también. En el laboral estoy a la espectativa de una llamada que haga que se cumpla mi Plan B, que se une al plano personal, donde empieza una nueva etapa. Y en el literario estoy a expensas de las noticias de la Agencia sobre EEDLA.
Por todo ello, me siento en tensión y en expectativas de cambio desde todos los frentes. André Maurois escribió un libro, Un arte de vivir, donde exponía su pensamiento sobre el arte de pensar, de trabajar, de leer, de envejecer, de vivir y de morir, a la luz de su intensa experiencia vital y es un libro que tengo pendiente. Y el párrafo que me cautivó y me hizo reflexionar sobre mi situación actual y la que espero futura es el que sigue:
*El arte de trabajar*
Para Maurois, el arte de la vida consiste en concentrar la fuerza, ya que no se puede hacer todo a la vez. Y ofrece algunas indicaciones metodológicas:
1.-Componer primero las partes más fáciles.
2.-Dividir por etapas. El montañés que escala abre un hoyo en el hielo para apoyarse. Pero no mira hacia arriba, porque lo puede desanimar lo que falta, ni hacia abajo, para no ver el abismo.
3.-Sostener una disciplina de trabajo. Escribiendo sólo dos hojas por día (¡es mi caso!, pensé) se puede hacer mucho, como algunos escritores consagrados.
4.-Combatir los devoradores del tiempo que nos distraen: el que quiere hacer algo para el mundo no puede dejarse tomar por él.
Termino con un último párrafo sobre la lectura:
*El arte de leer*
Goethe decía que el trabajo del escritor consiste en estar en reposo, es decir, leer con serenidad. El arte de leer, por otro lado, es encontrar la vida en los libros. El autor de "Fausto" también aconsejaba definir primero lo que se va a escribir y luego buscar la soledad para la concentración."