Contra pronóstico, mi primogénito se porta bastante bien. Me deja dormir un poco. Me deja leer algo, me deja escribir a ratos.
Estos días tenía deudas pendientes que estoy solventando. Estoy sumergido en "Sinuhé, el egipcio", de Mika Waltari (1908-1979), autor finés que me tiene asombrado. Ya lo consiguió con el primer libro que leí de él, "El ángel sombrío".
Leer sobre su vida es sorprendente.Tuvo éxito con las letras siendo joven. Pronto pudo deja de escribir "como un trabajo" para escribir únicamente "por vocación", gracias a la regalías y liquidaciones por las traducciones de "Sinuhé" y después pudo continuar así gracias a sus siguientes libros. Pero siempre supo que a pesar de ser "Sinuhé" su primera novela, publicada en 1945, traducida a más de cuarenta idiomas, representada en cine y teatro, nunca, nunca, volvería a escribir una novela que tuviera como poco tanto éxito como ella.
A los 42 años descubrió para su horror que, después de haber contado todo lo que quería decir y como quería decirlo, escribir se le hacía más y más tedioso, más y más difícil. Se sentía con menos motivación para escribir. En 1950, Mika Waltari tenía 42 años y se sentía cansado, muy cansado, de escribir. Vivía una vida ordenada con una esposa a la que amaba y tenían una hija adolescente que adoraba.
Ese año, a una petición de sus editores, confesó que se sentía exhausto.
"He vivido demasiado. Demasiado trabajo, demasiada lectura, demasiada escritura, demasiados viajes y demasiadas guerras. Como escritor seguramente he logrado un éxito mayor del que merezco. Sin embargo, intento aceptarlo con modestia, conocedor de que todo es relativo.
No soy un predicador, ni un luchador, ni un profeta. Después de todas mis experiencias y decepciones, si tuviera que resumir de forma general mis libros, sería con estas palabras: libertad individual, humanidad y tolerancia.
Uno necesita, además, un poco de hermosas decepciones para poder seguir viviendo. Puede parecer duro, pero creo que es esencial."
Me quedan 4 años para llegar a esa edad. Yo aún no me he cansado.