sábado, 11 de abril de 2009

Castillo de Almodovar del Río (Córdoba)

Por fin. Después de varios aplazamientos, varios amigos hemos realizado esta Semana Santa una excursión de retorno a la Edad Media. Una época donde las comodidades sólo estaban al alcance de los poderosos...



A 20 km. de Córdoba capital en dirección Écija, se encuentra el Castillo de Almodovar del Río. Situado estratégicamente en lo alto de cerro, controlando la navegación del río Guadalquivir y el paso del camino hacia Sevilla, su origen está datado en el siglo I, como punto defensivo del pueblo íbero. El entorno posee unas vistas excelentes de la campiña cordobesa, con amplias extensiones llenas de trigo verde y tierras en labranza. El río bajaba caudaloso. Las nubes se abrían y cerraban, al capricho de la primavera.

Prácticamente en ruinas, fue restaurado y reconstruido por el Conde de Villalba en 1919, respetando la fisonomía original a partir de los estudios de arqueólogos y arquitectos. Y es que no reparó en gastos; el presupuesto total de la actuación fue de 1.300.000 pesetas de entonces, la mitad del cual se gastó en peonadas. Un tercio se invirtió en piedra y mampostería. Por último, se hizo una residencia propia estilo neogótico en la parte sur de la plaza de armas. Y aún sigue habitado en la actualidad.



Está lleno de detalles curiosos. Mazmorras, celdas de castigo, cepos para los prisioneros (incómodos, la verdad... sí, los he probado), la armería, una propia capilla... Incluso en la taberna del castillo puedes probar el menú medieval con un bufón que proporciona entretenimiento (lo único medieval del menú es que se come con las manos. Había presencia de tomates y pimientos ¡Qué herejía!). Al bufón yo le habría cortado la cabeza.

Cuando mi cuñado Fran me de las fotos podréis apreciar algunos detalles magníficos de nuestra visita, como la historia de la Bella Enamorada, los Girasoles Diabólicos, o la celda del Ilustre Invitado.

Las vistas son espectaculares. Obviando algunas "anomalías cronológicas" nosotros lo pasamos muy entretenidos. Existe una sala con fotos de época, antes y después de la restauración. Lamentablemente ese "antes" se da en demasiados sitios de nuestra piel de toro. Sin ir muy lejos, cerca de Jaén, el castillo de Otiñar, sobre un desfiladero espectacular, o el castillo de Píñar, en Granada. Despojos infravalorados que no sobrevivirán mucho más a su abandono secular.

Imagináos que todos los castillos del país fueran restaurados como en Almodóvar del Río. Seríamos el país con más castillos de Europa. Si al Conde de Villalba no le da el capricho, seguro que el Estado no hubiera gastado ni un real en él. ¡Nuestro pasado es la base de nuestro futuro!