Son días de recapitulación sobre qué ha acontecido en 2012, un año complicado en todos los ámbitos y en el mundo editorial no iba a ser menos. Hace unos días se hicieron públicas estadísticas sobre las ventas de libros del año que ya se ha ido.
En 2012 se publicaron 88.349 libros, un 8% menos que el año anterior.
-Libros de
ficción y similares, 15.630 (18%)
-Iinfantil y
juvenil, 9.667 (11%)
-Medicina, 7.899 (9%)
-Sociedad y Ciencias Sociales
7.000 (8%)
-Humanidades, 6.643 (7%)
-Literatura y Estudios
Literarios, 6.273 (7%)
-Artes, 5.303 (6%)
-Economía, Finanzas, Empresa y
Gestión, 4.260 (5%)
-Derecho, 3.992 (4,7%)
-Estilo de Vida, Deporte y
Ocio, 3.939 (4,7%)
-Otros.
La publicación de libros digitales llegó a 20.079 obras en formato digital, un 13% más que en 2011. Esa cifra representa un 22% del total de libros publicados.
También se destaca que ha aumentado la piratería digital.
Menos libros publicados no significa menos competencia en el libro impreso en los estantes porque parece que existe un trasvase de lectores del libro tradicional al digital: los ebooks son más económicos. Es decir, hay menos lectores que compran libros impresos; y la piratería sigue creciendo. A mí mismamente me han preguntado compañeros de trabajo si podía indicarles dónde podían descargar piráticamente ¡mis propias obras! La excusa que me daban: que el tablet o el ebook les había costado un dinero que pensaban amortizar leyendo libros "gratuitos". ¡Que no pensaban pagar 5 euros por un libro que podía conseguirse gratis, porque eso es lo que hace todo el mundo!
Es triste oir por todas partes esas palabras. Como les dije, de qué valía enfadarme y soltarle un discurso. Todo depende de la conciencia y de los escrúpulos que tenga cada uno. Ahí, una vez que el libro esta hecho, el autor puede hacer poca cosa, creo yo. Es perder un tiempo y unas energías que a mí no me sobran. El tópico de que "los libros son caros" no me vale, a quienes se lo he oído no les importa fumar o tomarse un par de copas. Es cuestión de educación y de mentalidad; en España queda un largo camino por recorrer para cambiar esa forma de pensar.
Sobre la publicación en digital, la plataforma SmashWords me envió un newsletter con sus predicciones para 2013. Algunas cuestiones interesantes que comentan:
-Amazon está deteniendo su avance. Nuevos distribuidores digitales están haciéndose con parte de su mercado, porque se está quedado solo. Amazon no es buscar competir en el entorno digital; busca reducir a pulpa sanguinolenta a sus contricantes. Y eso hace que otros muchos estén formando alianzas contra el gigante, ofreciendo a los autores posibilidades y sinergías que Amazon no podrá ofrecer por sí solo.
-En América, el volumen de libros digitales vendidos crece en la misma proporción que se reducen las ventas de libros impresos. En 2013, el número de títulos digitales publicados superará a los títulos impresos.
-Los precios de los libros digitales seguirán descendiendo. Cada vez hay más títulos en la red, ¿cómo atraer la atención de lectores? La forma más sencilla: reduciendo precios.
-Las editoriales digitales dejarán de ganar dinero por vender ebooks; su negocio pasará a centrarse en asesoramiento digital (maquetación, revisión, distribución, marketing viral...) a autores que buscan la autopublicación digital.
Sobre libros impresos, creo que seguirá reduciéndose el número de títulos publicados y el número de ejemplares por tirada de cada edición. Creo, y es mi opinión, que en estos años difíciles la única opción de los autores es seguir escribiendo y dando lo mejor de sí mismos. Seguir mejorando, y sobre todo, ser capaces de transmitir cuánto nos gusta escribir y cuánto nos gustaría que alguien que nos leyera lo disfrutara tanto como el autor.
Escribir, escribir, escribir...

Pues sí, Hemingway fue rechazado veintisiete veces, veintisiete nada menos, veintisiete editoriales que lo descartaron mondo y lirondo. Que luego ganara el premio Nobel de literatura no es lo importante, sino que encajó veintisiete derrotas una tras otra y sin embargo volvía a levantarse. Todo un peso pesado de las letras.
domingo, 20 de enero de 2013
domingo, 6 de enero de 2013
Escribir una novela (XV): sensaciones y volumen
Bienvenidos, lectores, a la primera entrada de este año 2013. Días de prisas, encuentros familiares y días de hacer balance de lo que ya ha quedado atrás, y de lo que va a llegar en los próximos días, semanas, meses... Soy pesimista en conjunto. No me parece que 2013 mejore nuestro ánimo. Sí creo que 2012 nos ha mostrado lo que cabe esperar en el próximo lustro:
-Incertidumbre.
-La importancia del día a día, de estar abierto a cambios.
-Aprender a vivir con menos.
-Y sobre todo, saber valorar por encima de todos los problemas las cosas importantes y que nos aportan una Ilusión y un deseo de Cambio que nos dé fuerzas: el amor, la pareja, los hijos, la familia, los amigos; tener al menos una afición.
Una de esas cosas, para mí, es la lectura y la escritura.
Seguimos escribiendo nuestra novela. Cuando desarrollamos nuestros personajes, hemos de cuidar los diálogos. Es muy importante evocar en el lector sensaciones, apelar a sus sentidos y ayudar así a dar volumen a los personajes, hacerlos reales. Los diálogos en general permiten:
-Dar datos al lector.
-Mostrar pinceladas de la personalidad de los personajes.
-Manifestar qué piensan los personajes.
Ahora bien, no se trata sólo de dar información, sino de transmitirla evocando el oído, el olfato, el tacto, la vista y el gusto. Sólo así podremos conseguir que el lector se sumerja en la novela. La forma como yo lo hago es intercalar acciones de los personajes mientras hablan, y con esas acciones sensaciones. Hay que conseguir que los diálogos no sean robóticos: yo hablo, tú hablas, yo hablo, tú hablas...; que no sean personajes incorpóreos, sino que tengan volumen y que se hagan humanos.
Os pongo un pequeño texto de ejemplo:
-Ahora contadme qué sucedió -preguntó el canciller.
-El rey rechazo la propuesta. No quiso escucharnos y ordenó a sus caballeros que le siguieran hasta Atienza, donde le esperaba su amante.
-¿Pero está loco, qué le ha sucedido a mi ahijado, qué mal se ha adueñado de su voluntad?
-No sólo eso, canciller. Ha seducido a la hija de otro noble, le ha propuesto matrimonio, y después de comprar la voluntad del obispo, la ha convencido para ser desposada...
-¡Bigamia! -interrumpió el canciller.
-... y celebrando un matrimonio falso, esa noche se ayuntó con ella. Y desfogadas sus ansias, ¡la ha abandonado, para correr de nuevo a brazos de su amante!
-No es posible todo lo que cuentas. ¡Qué infamia! ¡Qué ultraje! Ahijado, bebo por ti -el canciller alzó una copa-.¡Yo te maldigo!
El mismo texto, pero retocado con "detalles":
-Ahora contadme qué sucedió -preguntó el canciller, llevándose las manos a la frente arrugada de preocupación y cerrando los ojos. El emisario tragó saliva antes de hablar o acaso era bilis amarga debida al miedo.
-El rey rechazo la propuesta -el canciller movió una ceja, interrogativamente-. No quiso escucharnos y ordenó a sus caballeros que le siguieran hasta Atienza, donde le esperaba su amante.
-¿Pero está loco, qué le ha sucedido a mi ahijado, qué mal se ha adueñado de su voluntad? -su voz vibraba con ira creciente. Al silencio del emisario bajó las manos, miró al emisario y le hizo un gesto de que continuara. Las piernas del emisario temblaban.
-No sólo eso, canciller. Ha seducido a la hija de otro noble, le ha propuesto matrimonio, y después de comprar la voluntad del obispo, la ha convencido para ser desposada...
-¡Bigamia! -interrumpió el canciller, levantándose con los ojos asombrados de la silla de madera pulida. A grandes pasos recorrió el despacho como un lobo enjaulado, alzando ecos con sus pasos sobre la solería cerámica. Se llevó la mano a la empuñadura de la espada, rozando con sus yemas el tahalí de cuero rugoso y el emisario comenzó a sudar, temiendo por su vida.
-... y celebrando un matrimonio falso, esa noche se ayuntó con ella, desvirgándola -el canciller detuvo sus pasos. Se volvió hacia él-. Y desfogadas sus ansias, ¡la ha abandonado, para correr de nuevo a brazos de su amante!
-No es posible todo lo que cuentas. ¡Qué infamia! ¡Qué ultraje! -las voces atrajeron a los soldados de guardia. El emisario se retiró lentamente hasta que su espada topó con la pared encalada, alejándose del canciller que con la mano temblando cogió la copa llena de vino que tenía sobre la mesa-. Ahijado, bebo por ti -el canciller alzó una copa y la apuró de un trago, bebiendo el vino rubí de fuerte regusto, soltándola bruscamente sobre la mesa encerada.-.¡Yo te maldigo!
Lo ideal sería un texto intermedio entre el primero y el segundo, ¿por qué? Un exceso de detalles puede distraer al lector de lo que se pretende comunicar con el diálogo. Dependerá de la importancia que el diálogo tenga para la trama y su extensión. Si los personajes que intervienen ya se conocen y están definidos previamente, puede que no sea necesario dar detalles extras, eso aumentará la agilidad del diálogo y de la lectura. Por el contrario, si el diálogo es largo, es necesario dar algunos detalles sensoriales para que el lector no se aburra.
Una regla que puede usarse es tener en cuenta las "paradas respiratorias". En texto diálogos son continuos. En la vida real, eso no es así; hacemos paradas para respirar y para pensar. Se puede emplear ese momento de "parada" para introducir en el texto el "detalle sensorial", y así no interrumpir la atención del lector.
-Incertidumbre.
-La importancia del día a día, de estar abierto a cambios.
-Aprender a vivir con menos.
-Y sobre todo, saber valorar por encima de todos los problemas las cosas importantes y que nos aportan una Ilusión y un deseo de Cambio que nos dé fuerzas: el amor, la pareja, los hijos, la familia, los amigos; tener al menos una afición.
Una de esas cosas, para mí, es la lectura y la escritura.
Seguimos escribiendo nuestra novela. Cuando desarrollamos nuestros personajes, hemos de cuidar los diálogos. Es muy importante evocar en el lector sensaciones, apelar a sus sentidos y ayudar así a dar volumen a los personajes, hacerlos reales. Los diálogos en general permiten:
-Dar datos al lector.
-Mostrar pinceladas de la personalidad de los personajes.
-Manifestar qué piensan los personajes.
Ahora bien, no se trata sólo de dar información, sino de transmitirla evocando el oído, el olfato, el tacto, la vista y el gusto. Sólo así podremos conseguir que el lector se sumerja en la novela. La forma como yo lo hago es intercalar acciones de los personajes mientras hablan, y con esas acciones sensaciones. Hay que conseguir que los diálogos no sean robóticos: yo hablo, tú hablas, yo hablo, tú hablas...; que no sean personajes incorpóreos, sino que tengan volumen y que se hagan humanos.
Os pongo un pequeño texto de ejemplo:
-Ahora contadme qué sucedió -preguntó el canciller.
-El rey rechazo la propuesta. No quiso escucharnos y ordenó a sus caballeros que le siguieran hasta Atienza, donde le esperaba su amante.
-¿Pero está loco, qué le ha sucedido a mi ahijado, qué mal se ha adueñado de su voluntad?
-No sólo eso, canciller. Ha seducido a la hija de otro noble, le ha propuesto matrimonio, y después de comprar la voluntad del obispo, la ha convencido para ser desposada...
-¡Bigamia! -interrumpió el canciller.
-... y celebrando un matrimonio falso, esa noche se ayuntó con ella. Y desfogadas sus ansias, ¡la ha abandonado, para correr de nuevo a brazos de su amante!
-No es posible todo lo que cuentas. ¡Qué infamia! ¡Qué ultraje! Ahijado, bebo por ti -el canciller alzó una copa-.¡Yo te maldigo!
El mismo texto, pero retocado con "detalles":
-Ahora contadme qué sucedió -preguntó el canciller, llevándose las manos a la frente arrugada de preocupación y cerrando los ojos. El emisario tragó saliva antes de hablar o acaso era bilis amarga debida al miedo.
-El rey rechazo la propuesta -el canciller movió una ceja, interrogativamente-. No quiso escucharnos y ordenó a sus caballeros que le siguieran hasta Atienza, donde le esperaba su amante.
-¿Pero está loco, qué le ha sucedido a mi ahijado, qué mal se ha adueñado de su voluntad? -su voz vibraba con ira creciente. Al silencio del emisario bajó las manos, miró al emisario y le hizo un gesto de que continuara. Las piernas del emisario temblaban.
-No sólo eso, canciller. Ha seducido a la hija de otro noble, le ha propuesto matrimonio, y después de comprar la voluntad del obispo, la ha convencido para ser desposada...
-¡Bigamia! -interrumpió el canciller, levantándose con los ojos asombrados de la silla de madera pulida. A grandes pasos recorrió el despacho como un lobo enjaulado, alzando ecos con sus pasos sobre la solería cerámica. Se llevó la mano a la empuñadura de la espada, rozando con sus yemas el tahalí de cuero rugoso y el emisario comenzó a sudar, temiendo por su vida.
-... y celebrando un matrimonio falso, esa noche se ayuntó con ella, desvirgándola -el canciller detuvo sus pasos. Se volvió hacia él-. Y desfogadas sus ansias, ¡la ha abandonado, para correr de nuevo a brazos de su amante!
-No es posible todo lo que cuentas. ¡Qué infamia! ¡Qué ultraje! -las voces atrajeron a los soldados de guardia. El emisario se retiró lentamente hasta que su espada topó con la pared encalada, alejándose del canciller que con la mano temblando cogió la copa llena de vino que tenía sobre la mesa-. Ahijado, bebo por ti -el canciller alzó una copa y la apuró de un trago, bebiendo el vino rubí de fuerte regusto, soltándola bruscamente sobre la mesa encerada.-.¡Yo te maldigo!
Lo ideal sería un texto intermedio entre el primero y el segundo, ¿por qué? Un exceso de detalles puede distraer al lector de lo que se pretende comunicar con el diálogo. Dependerá de la importancia que el diálogo tenga para la trama y su extensión. Si los personajes que intervienen ya se conocen y están definidos previamente, puede que no sea necesario dar detalles extras, eso aumentará la agilidad del diálogo y de la lectura. Por el contrario, si el diálogo es largo, es necesario dar algunos detalles sensoriales para que el lector no se aburra.
Una regla que puede usarse es tener en cuenta las "paradas respiratorias". En texto diálogos son continuos. En la vida real, eso no es así; hacemos paradas para respirar y para pensar. Se puede emplear ese momento de "parada" para introducir en el texto el "detalle sensorial", y así no interrumpir la atención del lector.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Save The Children. Una antología benefica.
Se termina el año. Si estás leyendo esta entrada, entonces el mundo sigue girando. No hacen falta predicciones de un mundo en crisis, ya lo estamos. Es como si renaciera el pesimismo medieval, o será que nunca se había ido. Tenemos internet, tenemos globalización, dispositivos de telefonía móvil asombrosos, avances tecnológicos y todo, pero seguiemos teniendo la misma incertidumbre al futuro que las generaciones que nos precedieron. En eso no hemos avanzado nada.
Crisis, pesimismo, malestar, angustia.. espera. Respira hondo. El futuro se hace desde el presente, desde este presente. El futuro es de los niños.
Save The Children es una organización no gubernamental que lucha por la defensas de los derechos de los niños (en todo el mundo, también en España), allá donde se encuentren vulnerados sus derechos a un desarrollo digno, al aprendizaje, a unas mismas oportunidades de futuro. Hace dos años surgió la iniciativa "1 libro, 1 euro", para recaudar fondos a su favor mediante la venta de libros electrónicos a bajo precio (1 euro). Con la donación de 1 euro, puedes descargarte tantos e-books como desees desde su plataforma, en la que colaboran cada vez más escritores. Juan Gómez-Jurado, escritor best-seller, lo inició todo, ahora otros también colaboramos
Y por eso Javier G. Valverde presenta.... "Leyendas de la Caverna Profunda"
En ella ha juntado a un buen puñado de escritores, entre los que yo me hallo, para colaborar con una colección que os sorprenderá. Os dejo para abrir boca la relación de los títulos de los relatos, por autor.
Índice de relatos: Autor:
1. Flores …………………………. Montse de Paz
2. El Canto de Amergin…………. Javier Pellicer
3. Premio Nobel………………….. Teo Palacios
4. Primera cita……………………. María Martínez
5. Lama Sabachthani…………….. Daniel Franco
6. Viviendo unidos………………… Marta Querol
7. La Otra senda…………………… Blas Malo
8. Última reflexión………………… Ramón Alcaraz
9. El loco Casimiro………………… Blanca Miosi
10. El conjuro de las brujas………... Anika Lillo
11. Revientatumbas…………………. Alberto Lominchar
12. El anillo Bretón………………….. Francisco Gijón
13. Crónica de Sarimab…………….. Álvaro Tato
14. El extraño caso de Antonio…….. Jesús García
15. Aromas…………………………….. Ana Fúster
16. Aliado de las sombras……………. J.J Hernández
17. Hechizo……………………………… Ramón Muñoz
18. Cuando la bala encontró al deseo… Javier G. Valverde
El Blog de Javier G. Valverde es
Blog Generación Del Alcoyano
Gracias, Javier, por ser tan insensato y atreverte a juntarnos en esta antología. Por ayudarnos a ser generosos. Es la única forma de salir de la Crisis: mirando a nuestro alrededor, y prestándonos a hacer cosas por los demás.
Por un euro, lector. Por sólo un euro. Todo destinado a una buena causa.
http://www.1libro1euro.com/
Crisis, pesimismo, malestar, angustia.. espera. Respira hondo. El futuro se hace desde el presente, desde este presente. El futuro es de los niños.
Save The Children es una organización no gubernamental que lucha por la defensas de los derechos de los niños (en todo el mundo, también en España), allá donde se encuentren vulnerados sus derechos a un desarrollo digno, al aprendizaje, a unas mismas oportunidades de futuro. Hace dos años surgió la iniciativa "1 libro, 1 euro", para recaudar fondos a su favor mediante la venta de libros electrónicos a bajo precio (1 euro). Con la donación de 1 euro, puedes descargarte tantos e-books como desees desde su plataforma, en la que colaboran cada vez más escritores. Juan Gómez-Jurado, escritor best-seller, lo inició todo, ahora otros también colaboramos
Y por eso Javier G. Valverde presenta.... "Leyendas de la Caverna Profunda"
En ella ha juntado a un buen puñado de escritores, entre los que yo me hallo, para colaborar con una colección que os sorprenderá. Os dejo para abrir boca la relación de los títulos de los relatos, por autor.
Índice de relatos: Autor:
1. Flores …………………………. Montse de Paz
2. El Canto de Amergin…………. Javier Pellicer
3. Premio Nobel………………….. Teo Palacios
4. Primera cita……………………. María Martínez
5. Lama Sabachthani…………….. Daniel Franco
6. Viviendo unidos………………… Marta Querol
7. La Otra senda…………………… Blas Malo
8. Última reflexión………………… Ramón Alcaraz
9. El loco Casimiro………………… Blanca Miosi
10. El conjuro de las brujas………... Anika Lillo
11. Revientatumbas…………………. Alberto Lominchar
12. El anillo Bretón………………….. Francisco Gijón
13. Crónica de Sarimab…………….. Álvaro Tato
14. El extraño caso de Antonio…….. Jesús García
15. Aromas…………………………….. Ana Fúster
16. Aliado de las sombras……………. J.J Hernández
17. Hechizo……………………………… Ramón Muñoz
18. Cuando la bala encontró al deseo… Javier G. Valverde
El Blog de Javier G. Valverde es
Blog Generación Del Alcoyano
Gracias, Javier, por ser tan insensato y atreverte a juntarnos en esta antología. Por ayudarnos a ser generosos. Es la única forma de salir de la Crisis: mirando a nuestro alrededor, y prestándonos a hacer cosas por los demás.
Por un euro, lector. Por sólo un euro. Todo destinado a una buena causa.
http://www.1libro1euro.com/
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domingo, 16 de diciembre de 2012
Escribir una novela (XIV): literatura positiva
Hoy voy a hablar sobre el tono literario. Estamos escribiendo nuestra novela y ya hemos avanzado mucho en su desarrollo, su estructura, los personajes y diálogos... pero no hemos hablado sobre cómo podemos expresar todo eso.
No me refiero a una cuestión de estilo. Me refiero a cómo expresar nuestra ideas. Podemos construir frases de distintas formas, todas gramaticalmente correcta, pero sólo una de ellas nos servirá para transmitir no "información", que es algo tangible, sino un "sentimiento", que es algo inmaterial. No se trata de decir que Fulanito hizo algo y por eso sucede un conflicto en la novela; se trata de transmitir al lector una emoción, que es algo inmaterial y sin embargo es lo que más ayuda a que un lector se sumerja en una lectura.
Emociones. Debemos ser capaz de hacer que el lector experimente emociones y si es posible trasmitirle algo más, y no con palabras textuales, sino de forma indirecta y sutil. No se trata de decir:
"Entonces Manuel sintió que la desesperanza le embargaba, al encontrar a Julia muerta. Nunca se había atrevido a abandonar a su mujer y declarar su amor; y ya era tarde. Se sentó a los pies de la escalera y se echó a llorar"
sino:
"Él había atravesado toda la ciudad y la había encontrado demasiado tarde. Habia tardado años en decidirse a presentarse ante su puerta, de desvelarle que nunca la había olvidado; que su matrimonio había sido una farsa desdichada que no le había traído felicidad ya que su rostro, su sonrisa, su cuerpo en extásis en aquella única noche que le había hecho el amor, no le abandonaban y se le aparecían noche tras noche en su alcoba atormentándole. Su mujer le había abandonado, convencida al fin de que era Julia quien palpitaba en sus recuerdos; y en la soledad de la traición silenciosa, una vez acalladas las voces de su conciencia, decidió buscarla tras décadas de autoengaño. Sí, la había encontrado. Entre el fragor de las bombas, de los niños suplicando pan, de los humos de los incendios que teñían las nubes de rojo, de la llegada de los tropas nacionales, Manuel había preguntado por ella, pugnando por liberar sentimientos ocultados cincuenta años; sus manos ya no eran jóvenes, su piel ya no era tersa, sus cabellos habían perdido el color pero era ella, la que reposaba bella como un ángel, amortajada y fría en el velatorio entre cirios negros y crespones de luto. Había desperdiciado su vida, sus esperanzas, su futuro y la guerra lo destruía todo. Luego supo que murmuró su nombre con su último aliento, y fue demasiado para él. Alejándose de las plañideras y sus sollozos, se sentó a los pies de las escaleras y se echó a llorar."
Se debe rodear al lector de emociones, el escenario debe mostrarse tal y como lo perciben los persoanjes, quienes hallan en él reflejo de sus sentimientos interiores.
Por ejemplo, en novela histórica suele predominar la narración donde las peripecias vitales de personajes anónimos se entremezclan con los de grandes hechos históricos, y donde predomina un tono trágico de la vida. Toda la vida es lucha, es cierto. En cualquier narración el Conflicto rodea a los personajes obligándoles a actuar para sobrevivir y superarlo. Aquí es importante el tono narrativo. Los lectores pueden leer como evasión de la realidad, o como búsqueda de una analogía de la realidad que le ayude a comprenderla:
1.-Puede ser un tono de resignación ante la vida, con final de la novela que acaba de forma tráfica para ellos, muy similar a los grandes dramas griegos de la antigüedad, también muy "shakesperiano". Puede decirse que, como la realidad es Gris y Deprimente, una novela con un tono negativo de la existencia encaja bien en los ánimos de los lectores, se identifican mejor con las penurias de los protagonistas.
2.-Puede ser un tono de no resignación, de presentar a los lectores personajes con afanes y luchas que incluso en plena tragedia aún guarden un halo de esperanza. Y como es literatura, que la novela tenga un final positivo. Se trata de dignificar la vida, la existencia. Mientras hay vida, puede haber esperanza de cambiar nuestro sino, nuestro destino; y eso está en nuestras manos. Esto es lo que yo llamo "literatura positiva", en la cual los lectores encuentran una reflexión que les anima y les alimenta el alma.
A la hora de escribir, pues, es importante tener claro qué tono literario queremos transmitir al lector con el conjunto de la novela.
No me refiero a una cuestión de estilo. Me refiero a cómo expresar nuestra ideas. Podemos construir frases de distintas formas, todas gramaticalmente correcta, pero sólo una de ellas nos servirá para transmitir no "información", que es algo tangible, sino un "sentimiento", que es algo inmaterial. No se trata de decir que Fulanito hizo algo y por eso sucede un conflicto en la novela; se trata de transmitir al lector una emoción, que es algo inmaterial y sin embargo es lo que más ayuda a que un lector se sumerja en una lectura.
Emociones. Debemos ser capaz de hacer que el lector experimente emociones y si es posible trasmitirle algo más, y no con palabras textuales, sino de forma indirecta y sutil. No se trata de decir:
"Entonces Manuel sintió que la desesperanza le embargaba, al encontrar a Julia muerta. Nunca se había atrevido a abandonar a su mujer y declarar su amor; y ya era tarde. Se sentó a los pies de la escalera y se echó a llorar"
sino:
"Él había atravesado toda la ciudad y la había encontrado demasiado tarde. Habia tardado años en decidirse a presentarse ante su puerta, de desvelarle que nunca la había olvidado; que su matrimonio había sido una farsa desdichada que no le había traído felicidad ya que su rostro, su sonrisa, su cuerpo en extásis en aquella única noche que le había hecho el amor, no le abandonaban y se le aparecían noche tras noche en su alcoba atormentándole. Su mujer le había abandonado, convencida al fin de que era Julia quien palpitaba en sus recuerdos; y en la soledad de la traición silenciosa, una vez acalladas las voces de su conciencia, decidió buscarla tras décadas de autoengaño. Sí, la había encontrado. Entre el fragor de las bombas, de los niños suplicando pan, de los humos de los incendios que teñían las nubes de rojo, de la llegada de los tropas nacionales, Manuel había preguntado por ella, pugnando por liberar sentimientos ocultados cincuenta años; sus manos ya no eran jóvenes, su piel ya no era tersa, sus cabellos habían perdido el color pero era ella, la que reposaba bella como un ángel, amortajada y fría en el velatorio entre cirios negros y crespones de luto. Había desperdiciado su vida, sus esperanzas, su futuro y la guerra lo destruía todo. Luego supo que murmuró su nombre con su último aliento, y fue demasiado para él. Alejándose de las plañideras y sus sollozos, se sentó a los pies de las escaleras y se echó a llorar."
Se debe rodear al lector de emociones, el escenario debe mostrarse tal y como lo perciben los persoanjes, quienes hallan en él reflejo de sus sentimientos interiores.
Por ejemplo, en novela histórica suele predominar la narración donde las peripecias vitales de personajes anónimos se entremezclan con los de grandes hechos históricos, y donde predomina un tono trágico de la vida. Toda la vida es lucha, es cierto. En cualquier narración el Conflicto rodea a los personajes obligándoles a actuar para sobrevivir y superarlo. Aquí es importante el tono narrativo. Los lectores pueden leer como evasión de la realidad, o como búsqueda de una analogía de la realidad que le ayude a comprenderla:
1.-Puede ser un tono de resignación ante la vida, con final de la novela que acaba de forma tráfica para ellos, muy similar a los grandes dramas griegos de la antigüedad, también muy "shakesperiano". Puede decirse que, como la realidad es Gris y Deprimente, una novela con un tono negativo de la existencia encaja bien en los ánimos de los lectores, se identifican mejor con las penurias de los protagonistas.
2.-Puede ser un tono de no resignación, de presentar a los lectores personajes con afanes y luchas que incluso en plena tragedia aún guarden un halo de esperanza. Y como es literatura, que la novela tenga un final positivo. Se trata de dignificar la vida, la existencia. Mientras hay vida, puede haber esperanza de cambiar nuestro sino, nuestro destino; y eso está en nuestras manos. Esto es lo que yo llamo "literatura positiva", en la cual los lectores encuentran una reflexión que les anima y les alimenta el alma.
A la hora de escribir, pues, es importante tener claro qué tono literario queremos transmitir al lector con el conjunto de la novela.
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