domingo, 31 de mayo de 2015

Y dijo ayer el imán de Granada... 006/365

—Insh Alláh, Insh Alláh... —El imán extendió las manos mientras hablaba desde el almimbar de la mezquita mayor de Granada, deseando parabienes a la concurrencia, y a los novios, nerviosos y felices.
La mezquita mayor, en el corazón de la ciudad, rodeada de tiendas de cambistas, de perfumistas y de la alcaicería con sedas de la Alpujarra y orfebrería del oro del Sudán, más allá de Siyilmassa; el corazón religioso de la medina.


—Insh Alláh, Insh Alláh..





—Ojalá, ojalá...
—Dios lo quiera, Dios lo quiera...


Ayer estuve de boda. Se celebró en el Sagrario, adyacente a la catedral renacentista terminada en 1563 con Diego de Siloé como maestro de obras. En el corazón católico de la ciudad tomada por los reyes Isabel y Fernando a los nazaríes, se levantó la iglesia parroquial de El Sagrario sobre el solar de la antigua mezquita mayor. En esa iglesia de raíces pétreas que se alimentan de pasado de Reconquista y de aljibe musulmán (aún existe, oculto en los subterráneos), oír al sacerdotesu sermón empezando con "Ojalá, ojalá" me sumió en un viaje de siglos evocador, inspirador. ¡Qué rico es nuestro pasado!

La novia estaba radiante.

Bitácora 006/365