domingo, 7 de octubre de 2012

Las agencias literarias en un mundo AMAZON


Esta semana he tenido conversaciones vía Facebook, vía correo electrónico y cara a cara con varios escritores en las que ha salido a relucir un tema que parece rodeado de misterio o de rechazo: las funciones que realizan las agencias literarias.

Desde que AMAZON desembarcó en nuestro país plantando la simiente de su política "hazlo tú mismo, sin intermediarios", muchos autores han desechado seguir intentado el camino tradicional hasta hace poco con los pasos necesarios para lograr la publición en papel con garantía de éxito:

1.- Ten una buena idea, y plásmala en un buen manuscrito.
2.- Revísalo todo, corrígelo todo varias veces si es preciso hasta tenerlo todo lo perfecto que puedas.
2a.- Hazlo tú todo.
2b.- Haz que te lo revise y pula un profesional de estilo y correción.
3.- Contacta con una agencia literaria (primer filtro profesional), y que consiga apostar por ti.
4.- Que la agencia consiga que una editorial se interese por tu manuscrito (segundo filtro profesional) y lleve a cabo su edición y publicación.
3b.- Sin intervención de una agencia, envía tu manuscrito a las editoriales.

Ante tantos títulos nuevos cada año, se requiere una selección, alguien que haga una criba. Conseguir pasar el primer filtro selectivo de una agencia literaria siempre se ha considerado un primer paso muy positivo. Los que pasan ese filtro (se requiere calidad de manuscrito, que se adapte a las tendencias de las editoriales y un poco de suerte), se deben sentir muy afortunados. Los que no, se sienten frustrados, pensando que su rechazo es injusto y que su valor literario no ha sido apreciado. Entonces, deciden enviar su obra directamente a las editoriales, en general con el mismo resultado negativo.

El 92% de los manuscritos enviados a las agencias literarias son rechazados.

AMAZON ha llegado y ha ofrecido a todos aquellos que no han tenido la suerte, fortuna, paciencia o talento para pasar la selección de las agencias o editoriales, la autopublicación. "Has escrito una obra, eres capaz de todo. ¡Autopublícate!". Sin intermediarios. Ya no hacen falta las agencias literarias.

En general, la autopublicación en AMAZON tiene sus riesgos:

-El pulido del manuscrito (corrección de estilo, ortografía, gramática) depende del propio autor; y en general, como no es un experto, puede pasar por alto fallos que un profesional de las correcciones sí detectaría.

-La maquetación, la portada, la tipografía, las ilustraciones... pasa a depender del propio autor, que debe hacerse informático, ilustrador, maquetador...

-La difusión de su obra, la promoción de la obra, las campañas publicitarias, dependen del propio autor.

Fijaos que no hablo de calidad de la obra autopublicada. Tanto en ebook como en formato físico, la decisión de elección la tiene siempre el lector. Puede encontrar obras desconocidas que le apasionen o puede adquirir obras reconocidas que lleguen a decepcionarle.

Pero es tal el volumen de novedades sobre todo en el formato digital que se impondrá, necesariamente, que los lectores buscarán alguien que les dé confianza y les haga una "primera selección" que les evite decepciones, aun cuando el coste de los libros sea muy bajo (menos de 3 euros), ya que el tiempo también es un bien escaso. Y los lectores no quieren perder el tiempo.



Las agencias literarias no sólo son un primer filtro; detectan posibles autores interesantes que orientados convenientemente con su ayuda y experiencia, pueden superar la segunda criba de las editoriales y publicar. Frente a aquellos que deciden hacerlo todo solos, las agencias literarias tienen las siguiente ventajas, para mí indudables:

i) Las que tienen más años en activo, tienen un conocimiento del mundo editorial que un autor novel en general no posee.

ii) Si deciden apostar por un autor, le ayudan a pulir el manuscrito, a corregir deficiencias de cara a su presentación a las editoriales.

iii) Las editoriales hacen más caso a las agencias literarias que a un autor novato lleno de ilusión. Esto es así, y es normal. Se trata, como muchas cosas en la vida, de una cuestión de confianza: si esa agencia ya ha proporcionado best-sellers y está reconocida confiarán más en su propuesta que en el manuscrito de un novel desconocido (y lleno de ilusión). De hecho, hay editoriales que sólo aceptan propuestas emitidas desde agencias literarias.

iv) Una agencia representa a un autor no sólo a nivel nacional sino también en el extranjero. Hace promoción en ferias internacionales, difunde su obra en otros continentes a través de co-agentes y se mueve en el mundo editorial en general mucho mejor de como lo podría hacer un autor en solitario. Conseguir que su autor sea traducido y publicado en el extranjero es un gran logro, que muy pocos autopublicados consiguen por sí mismos.

v) Una agencia puede orientar a un autor sobre las tendencias que directamente le interesan a las editoriales. Eso es un conocimiento muy directo, que nunca obtendrán los autopublicados.

¿Puede un autor que se autopublique obtener mejores resultados que un autor representado por una agencia? Puede ser. Autopublicar es casi inmediato (dependerá del nivel de autoexigencia del autor), conseguir agencia puede ser una labor ardua de rechazo, mejora y nuevo intento (meses, años...). Para mí, a medio-largo plazo y pensando en un mercado internacional, en traducciones y difusión en el extranjero, obtener el apoyo de una agencia literaria es imprescindible.

¿Es posible que las agencias también se adapten al mercado digital? Sí. También tendrán que funcionar como filtros digitales para las editoriales. Los precios de los ebooks descenderán y esa selección, cuando lleguen novedades a millones a precios reducidos, será más necesaria que nunca.

Ahora bien, las agencias son también negocios, que viven buscando que algunos de sus autores se conviertan en best-sellers. Ello puede suponer que decidan admitir más autores de los que pueden representar con garantía. Eso se llama ambición, o codicia, o simplemente ansia de supervivencia. En ese caso, los perjudicados pueden ser los propios autores, que se sienten poco representados, poco tenidos en cuenta... y que les puede llevar a dejar la agencia. Un contrasentido.

Las agencias deben llegar a un punto de equilibrio entre el número de autores a representar, y una buena dedicación a los mismos, ya que si no aportan algo diferente y valioso, estarán alimentando el deseo de AMAZON: la huída de sus autores y un mundo sin intermediarios.

En el que, casi siempre, el que gana es AMAZON, y no el autor.