domingo, 28 de octubre de 2012

Para bibliófilos, y para los que aún no lo son tanto.

No falla. Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Granada. Feria a la que acudo, libros que caen en mis manos. En mi caso, después de pasar sin pena ni gloria por varias casetas hay una diferente:

-Las portadas de sus libros son todas de mismo diseño, arcaico y amarillentas.
-Las tipografías son antiguas, con grabados, no hay colores llamativos ni títulos impactantes.
-Sus autores llevan muertos mínimo ciento cuarenta años. Así que no firmarán ningún ejemplar.
-No tienen más de ciento cincuenta páginas. Algunos, no llegan a cincuenta.
-Las portadas no son de rústica, ni son libros editados por grandes editoriales.



Y sin embargo tienen algo especial, que hace que los lectores se arremolinen ante ellos y los compren. Yo mismo lei "Ibn al-Jatib", y fue como si el visir poeta de la Alhambra me susurrara al oído:

 -Léeme, escúchame, resucítame en tu mente de mi muerte de siglos, y que ante ti, con mis palabras, resurja la Granada de una época perdida...

Ante mí tenía el fac-simil de una edición de 1860 con una traducción al español de la "Descripción de Granada" de Ibn al-Jatib. En mis manos está ahora.

¿Por qué ese éxito? Porque la gente tiene ansia de conocer su pasado. El color, la tipografía, la forma de escribir y de expresión, les lleva atrás cientos de años. Palabra que la editorial Maxtor (www.maxtor.es) la responsable de rescate del olvido de siglos estos libros ha hecho una labor incomiable: abrir una ventana al pasado al alcance de todo el público. Su catálogo es una delicia de pequeños libros perdidos.

Para bibliófilos, y para los que aún no lo son tanto.

domingo, 21 de octubre de 2012

Escribir una novela (XII): lo que de verdad importa.

He escuchado y leído muchas opiniones esta semana sobre libros y literatura, sobre autores y editoriales:

-Sobre los engaños de editores sin escrúpulos que huyen con los beneficios de autores noveles cuyas obras han llegado a la reedicíón, dejando entrampados a impresores, diseñadores, distribuidores y autores.
-Sobre autores que creen en su trabajo a pesar de una, dos experiencias traumáticas con editoriales pequeñas, y que siguen promoviendo sus manuscritos.
-Sobre autores que han perdido su medio de vida, su trabajo del día a día, por los recortes y la crisis, y que, tristes, siguen escribiendo.
-Sobre autores experimentados entristecidos porque sus manuscritos han quedado este año encima de la mesa de su editor, y sin respuesta.
-Sobre lectores que no comprenden por qué, de una misma editorial, una novela histórica de 800 páginas y sin mapas cuesta 28 € mientras otra de mayor grosor, misma encuadernación y con mapas en las guardas cuesta 23 €.
-Sobre autores y lectores que se juntan en unas jornadas de novelas, evento que visto desde fuera parece un oasis en peligro, rodeado de un lago reseco de tierra salada y resquebrajada.
-Sobre defensores a ultranza de que la cultura debe ser gratuita, por los medios que sea, en el formato que sea.
-Sobre lectores que desesperados claman en los foros por enlaces de descarga gratuita de ebooks de AMAZON que cuestan 0.89 €.
-Sobre lectores que vaticinan la desaparición de las bibliotecas, por obsoletas y porque nadie las usa.
-Sobre editoriales que desde la Feria de Frankfurt negocian las novedades editoriales de aquí al año 2018.
-Sobre libreros que demonizan el libro electrónico como enemigo del libro impreso, cuando en su página web venden ambos formatos.
-Sobre no lectores que se ufanan de ello.
-Sobre la invisibilidad y el anonimato de los libros, entre tanta marabunta de novedades digitales e impresas, y la dificultad de llamar la atención de los lectores.
-Sobre reajustes de personal de las editoriales, que siguen almacenando centenares de miles de ejemplares en sus almacenes, cuyo destino será el reciclaje de la pulpa de celulosa.
-Sobre la desaparición de los jóvenes que antes leían en los medios de transporte.
-Sobre adminstradores de foros de literatura y de lectura, que ven cómo cada día reciben menos visitantes, a pesar de las promociones de precio reducido de libros para los socios del foro.
-Sobre lectores periódicos, que cada vez menos noticias de cultura y ciencia en semanarios y diarios.
-Sobre la crisis, que convierte en una odisea enfrentarse a los lunes los que aún tenemos trabajo. Para los que no, la odisea es diaria.
-Sobre redactores que se atreven a sacar a la calle nuevas revistas de divulgación histórica y de libros, y nuevas editoriales también, pequeños mamíferos que buscan medrar entre los estertores de dinosaurios.



Epícteto decía: si quieres ser escritor, escribe.

Para todos aquellos apasionados por las letras: lo único que importa es que cuando la Inspiración susurra, las paredes se desvanecen, el mundo moderno deja de tener sentido, la mente se puebla de personajes que reviven de entre los muertos sólo para ti, y los escuchas, el rumor de sus palabras, el palpitar de sus emociones y sus latidos te traspasan y te dejan sin aliento, y antes que ese sueño se diluya sabes que debes otorgarle inmortalidad con tus palabras imperfectas, no porque otros deban leerlo, sino porque si no lo escribes será como si no lo hubieras vivido.

Si sientes esa necesidad, entonces ya puedes escribir.

domingo, 14 de octubre de 2012

Decía Groucho Marx...

En Frankfurt ha concluido la feria del libro este año, para la Feria de Guadalaja en México ya se avecinan noticias y nuevos autores, en Suecia se ha fallado el Premio Nobel de literatura, y en aquí en España la noticia que más me ha sorprendido ha sido una referente a los recortes.

Para el año 2013, el presupuesto estatal destinado a la adquisición de nuevos libros para la bibliotecas públicas se ha reducido, en un 100%. Cero euros para la adquisición de nuevos ejemplares, en un país que cada año publica 90.000 títulos nuevos.

¿De cuánto presupuesto estamos hablando? De unos 30 millones de euros en 2008, a cero euros en 2013. Se habla incluso de que se estudia implantar el préstamo de pago. ¿Acaso las bibliotecas dejarán de ser los centros gratuitos al conocimiento? Este último año siempre he defendido el papel de las bibiotecas públicas, que permite a todos los ciudadanos acceder a la cultura, a la lectura, a pesar de la Crisis. Un último reducto. Un último paraíso para los lectores afectados por la falta de trabajo o de ingresos, para que puedan seguir cultivando su afición.

¿Cree el Gobierno de España que así acercará los libros a las nuevas generaciones? Qué será lo siguiente si se llega a imponer el préstamo de pago, ¿cerrar las bibliotecas que no se autofinancien, o no lleguen a un cupo de lectores?

Espero que al menos permitan las donaciones de libros. Yo por mi parte, si sigo escribiendo, me comprometo a que haya ejemplares de mis próximos libros en las bibliotecas de Granada, ciudad en la que resido. La lectura es para mí el último gran reducto de libertad individual que nos queda: entre mi libro y yo no hay nadie más, ni la realidad cotidiana ni la Crisis, ni los problemas sociales o laborales. Estamos solos, mi libro y yo.

Decía Groucho Marx, "que quien crea que la cultura es cara, que pruebe cómo de cara es la ignorancia."

Termino hablando también de bibliotecas, sí, pero por dos noticias que me han dado alegría:

Alanis Olga me ha remitido dos fotos desde el Estado de Texas (EEUU), en donde "El esclavo de la Al-Hamrá" esta disponible dentro de los fondos de préstamo de la "Pharr Memorial Library"



 
Y desde Finlandia, otro lector, Manuel González, sevillano emigrado, ha donado un ejemplar de "El Mármara en llamas" a la Biblioteca de Leppävaara, a unos 11 km del centro de Helsinki, de tres plantas, según me cuenta él "la mejor biblioteca de Finlandia".
 




¡Gracias a ambos!

domingo, 7 de octubre de 2012

Las agencias literarias en un mundo AMAZON


Esta semana he tenido conversaciones vía Facebook, vía correo electrónico y cara a cara con varios escritores en las que ha salido a relucir un tema que parece rodeado de misterio o de rechazo: las funciones que realizan las agencias literarias.

Desde que AMAZON desembarcó en nuestro país plantando la simiente de su política "hazlo tú mismo, sin intermediarios", muchos autores han desechado seguir intentado el camino tradicional hasta hace poco con los pasos necesarios para lograr la publición en papel con garantía de éxito:

1.- Ten una buena idea, y plásmala en un buen manuscrito.
2.- Revísalo todo, corrígelo todo varias veces si es preciso hasta tenerlo todo lo perfecto que puedas.
2a.- Hazlo tú todo.
2b.- Haz que te lo revise y pula un profesional de estilo y correción.
3.- Contacta con una agencia literaria (primer filtro profesional), y que consiga apostar por ti.
4.- Que la agencia consiga que una editorial se interese por tu manuscrito (segundo filtro profesional) y lleve a cabo su edición y publicación.
3b.- Sin intervención de una agencia, envía tu manuscrito a las editoriales.

Ante tantos títulos nuevos cada año, se requiere una selección, alguien que haga una criba. Conseguir pasar el primer filtro selectivo de una agencia literaria siempre se ha considerado un primer paso muy positivo. Los que pasan ese filtro (se requiere calidad de manuscrito, que se adapte a las tendencias de las editoriales y un poco de suerte), se deben sentir muy afortunados. Los que no, se sienten frustrados, pensando que su rechazo es injusto y que su valor literario no ha sido apreciado. Entonces, deciden enviar su obra directamente a las editoriales, en general con el mismo resultado negativo.

El 92% de los manuscritos enviados a las agencias literarias son rechazados.

AMAZON ha llegado y ha ofrecido a todos aquellos que no han tenido la suerte, fortuna, paciencia o talento para pasar la selección de las agencias o editoriales, la autopublicación. "Has escrito una obra, eres capaz de todo. ¡Autopublícate!". Sin intermediarios. Ya no hacen falta las agencias literarias.

En general, la autopublicación en AMAZON tiene sus riesgos:

-El pulido del manuscrito (corrección de estilo, ortografía, gramática) depende del propio autor; y en general, como no es un experto, puede pasar por alto fallos que un profesional de las correcciones sí detectaría.

-La maquetación, la portada, la tipografía, las ilustraciones... pasa a depender del propio autor, que debe hacerse informático, ilustrador, maquetador...

-La difusión de su obra, la promoción de la obra, las campañas publicitarias, dependen del propio autor.

Fijaos que no hablo de calidad de la obra autopublicada. Tanto en ebook como en formato físico, la decisión de elección la tiene siempre el lector. Puede encontrar obras desconocidas que le apasionen o puede adquirir obras reconocidas que lleguen a decepcionarle.

Pero es tal el volumen de novedades sobre todo en el formato digital que se impondrá, necesariamente, que los lectores buscarán alguien que les dé confianza y les haga una "primera selección" que les evite decepciones, aun cuando el coste de los libros sea muy bajo (menos de 3 euros), ya que el tiempo también es un bien escaso. Y los lectores no quieren perder el tiempo.



Las agencias literarias no sólo son un primer filtro; detectan posibles autores interesantes que orientados convenientemente con su ayuda y experiencia, pueden superar la segunda criba de las editoriales y publicar. Frente a aquellos que deciden hacerlo todo solos, las agencias literarias tienen las siguiente ventajas, para mí indudables:

i) Las que tienen más años en activo, tienen un conocimiento del mundo editorial que un autor novel en general no posee.

ii) Si deciden apostar por un autor, le ayudan a pulir el manuscrito, a corregir deficiencias de cara a su presentación a las editoriales.

iii) Las editoriales hacen más caso a las agencias literarias que a un autor novato lleno de ilusión. Esto es así, y es normal. Se trata, como muchas cosas en la vida, de una cuestión de confianza: si esa agencia ya ha proporcionado best-sellers y está reconocida confiarán más en su propuesta que en el manuscrito de un novel desconocido (y lleno de ilusión). De hecho, hay editoriales que sólo aceptan propuestas emitidas desde agencias literarias.

iv) Una agencia representa a un autor no sólo a nivel nacional sino también en el extranjero. Hace promoción en ferias internacionales, difunde su obra en otros continentes a través de co-agentes y se mueve en el mundo editorial en general mucho mejor de como lo podría hacer un autor en solitario. Conseguir que su autor sea traducido y publicado en el extranjero es un gran logro, que muy pocos autopublicados consiguen por sí mismos.

v) Una agencia puede orientar a un autor sobre las tendencias que directamente le interesan a las editoriales. Eso es un conocimiento muy directo, que nunca obtendrán los autopublicados.

¿Puede un autor que se autopublique obtener mejores resultados que un autor representado por una agencia? Puede ser. Autopublicar es casi inmediato (dependerá del nivel de autoexigencia del autor), conseguir agencia puede ser una labor ardua de rechazo, mejora y nuevo intento (meses, años...). Para mí, a medio-largo plazo y pensando en un mercado internacional, en traducciones y difusión en el extranjero, obtener el apoyo de una agencia literaria es imprescindible.

¿Es posible que las agencias también se adapten al mercado digital? Sí. También tendrán que funcionar como filtros digitales para las editoriales. Los precios de los ebooks descenderán y esa selección, cuando lleguen novedades a millones a precios reducidos, será más necesaria que nunca.

Ahora bien, las agencias son también negocios, que viven buscando que algunos de sus autores se conviertan en best-sellers. Ello puede suponer que decidan admitir más autores de los que pueden representar con garantía. Eso se llama ambición, o codicia, o simplemente ansia de supervivencia. En ese caso, los perjudicados pueden ser los propios autores, que se sienten poco representados, poco tenidos en cuenta... y que les puede llevar a dejar la agencia. Un contrasentido.

Las agencias deben llegar a un punto de equilibrio entre el número de autores a representar, y una buena dedicación a los mismos, ya que si no aportan algo diferente y valioso, estarán alimentando el deseo de AMAZON: la huída de sus autores y un mundo sin intermediarios.

En el que, casi siempre, el que gana es AMAZON, y no el autor.