domingo, 3 de junio de 2012

Los retos de este año

En estos días se está celebrando la Feria del Libro de Madrid 2012, y las sensaciones de los libreros son variopintas. En general, parece que las ventas han descendido un 7% respecto al año anterior. Pero esa reducción es a nivel de la feria. Hasta este momento, en las librerías el descenso es de un 20%. Algunas librerías que conozco han cerrado este año.



Además, la posibilidad de adquirir libros en formato digital a menos de un euro se abre paso cada vez más entre los lectores. Usemos una lógica: me gusta un autor, pero si un libro físico cuesta 20 euros, con eso puedo comprar 20 libros digitales, de temática similar, aunque no sea de ese autor.

Yo creo que la llegada digital de AMAZON ha hecho que se lea quizás más, los libros están más presentes en más dispositivos, así que la opción de dedicar un rato a leer está siempre ahí. Eso es bueno. Pero un autor que pretenda sobrevivir de lo que escribe debe darse cuenta de que los tiempos han cambiado: los lectores quieren cultura y lectura de la forma más económica posible. Si puede ser, gratis.

Se publican además menos libros, se reducen las tiradas... y las librerías siguen vacías.

El reto de los próximos años para los autores, es seguir presente en el mercado editorial. Conseguir que se publiquen sus obras, aunque no se vendan. Conseguir que sus libros se lean, aunque sea gratis: por ejemplo, promocionando la lectura de libros a través de la red de bibliotecas públicas. Es curioso que no se detecte un aumento de los préstamos bibliotecarios: los posibles lectores se quejan de los precios de los libros impresos, ¿pero no les atrae leer a través de las bibliotecas, que les costaría cero?

¿Qué puede hacer un autor? Tener una actividad laboral alternativa que no le haga tan dependiente de los libros y ser austero. Ser comprensivo con sus lectores. Y a nivel de escritura, ser paciente en estos dos próximos años y seguir escribiendo, mejorando y dando lo mejor de sí mismo en sus letras. Lo importante es que aquellos que le lean (de la forma que sea), disfruten de la lectura, les haga reflexionar, les haga vivir. Quizás, asi, decidan que pagar por leer no es un mero capricho, sino una operación necesaria para que sus escritores favoritos sigan escribiendo.