sábado, 12 de mayo de 2012

Reseña: "BANU QASI. Los hijos de Casio", de Carlos Aurensanz


Estas últimas semanas me he sumergido en la lectura de un libro que tenía pendiente. Se trata de "BANU QASI: Los hijos de Casio", de Carlos Aurensanz (Ediciones B). Navarro de Tudela, veterinario de profesión, es la primera novela de una trilogía que cuenta la historia de Al-Ándalus en el s.IX referida a la zona del norte de la península ibérica, una época no tratada para nada hasta ahora, y eso es un gran cierto. Cuando se habla de Al-Ándalus se suele pensar sólo en la zona sur, en la actual Andalucía y fue mucho más. Vaya por ahí la primera virtud.



La segunda, es la acertada mezcla entre crónica y novela. Nos cuenta la vida de Musa Ibn Musa, cuya familia muladí (cristianos convertidos al Islam) en Tutila / Tudela en el valle del Uadi Ibru y su relaciones de parentesco con navarros y vascones nos trasladarán a una época done la fuerza de la sangre y la fidelidad a la familia, por encima de diferencias religiosas, ayudarán a la supervivencia del clan familiar frente al emirato omeya de la lejana Qurduba de la que son tributarios, de los reyes cristianos de Asturias y de las ambiciones de los francos del otro lado de los Pirineos.

Con Musa recorreremos todo el Ebro, viajeremos a Qurduba atrevesando toda la península y seremos testigos de las luchas de poderes en la capital del emirato, una de las mayores ciudades de Europa occidental en el s.IX.

Carlos Aurensanz ha realizado una gran, gran labor de documentación, su novela está llena de ricos detalles sobre la civilización musulmana, su prosa exquisita y su cuidado vocabulario nos sumergirá en la magia de la LIteratura, la recreación de un mundo de hace cientos de años está plenamente lograda. El uso de la toponimia árabe es sobresaliente, un caramelo irresistible para quienes gustan de sabores añejos y antiguo. Su narración intercala crónica y novela; en la primera parte el "modo crónica" enlentece un poco la narración, pero la segunda y tercera parte vibran con las hechos, alegrías y tristezas de una vida difícil en la frontera musulmana-cristiana.

En el segundo tercio de la novela, se hace más "novela" y menos "crónica", con lo que el libro gana en vida y colorido; la narrativa es fluida y elegante, emotiva y precisa. Hay varios pasajes que me han gustado mucho, las luchas de poder, las alianzas se suceden entre los vascones, los muladíes de los Banu Qasi, los asturianos; hay traiciones e intrigas, la psicología de los personajes va haciéndose más compleja conforme pasan los años; pesan las muertes, las guerras, los sufrimientos, las decepciones.

La llegada de los vikingos a las costas andalusíes, con el saqueo de Sevilla en en 844 d.C, añade otro punto interesante a favor del libro, y es que entre semana vivo en Quriya / Coria del Río, que mira por donde fue arrasada al paso de los hombres del norte. Pongo un "pero": se menciona el fuego griego y su uso contra los vikingos, no discrepo de que usaran nafta contra la invasión vikinga de Sevilla, sino "fuego griego", es sólo ese matiz. Es cierto que con las guerras con Bizancio, los árabes se apoderaron de dromones y de ciertas cantidades de tal "fuego"(año 827 en Pantelaria), pero no está claro si desentrañaron el secreto de la fórmula; todo parece indicar sin embargo que sí que experimentaron acerca de combustibles que no podían ser apagados por agua. Y así, como piezas en un rompecabezas, los libros llaman a otros libros: inmediatamente vinieron a mi cabeza pasajes de "El señor de Lordemanos", de Miguel Angel Badal Salvador (De Librum Tremens), novela que narra las invasiones vikingas en Galicia en el s.IX, y "El Mármara en llamas" (Ediciones B), mi segunda novela, uno de cuyos protagonistas es el fuego griego en Bizancio del s.VIII.

Hay un guiño bibliófilo, que indican lo mucho que le gustan a Aurensanz los libros: Ziyab, amigo de Musa, vuelve a Tutila cargado de manuscritos desde Qurduba dispuesto a retirarse de la política. Se explica de un modo didáctico asuntos relacionados con las bibliotecas y los copistas, y se menciona un libro en concreto que me ha hecho sonreír: "De materia medica", de Dioscórides.
¿Por qué? Porque es el mismo libro (pero no la misma copia, claro), que ocupa una pieza clave en mi primera novela "El esclavo de la Al-Hamrá"ambientada en la Granada nazarí del s.XIV y no aparece sólo ahí, sino que también tendrá su papel importante de manos del iatroi Aecio en la novela ambientada en el imperio bizantino del s.VI "El sueño de Justiniano", de Salvador Felip. Y seguramente aparece en más novelas, dando cuenta de la relevancia de la obra de Dioscórides. Un best seller de la antigüedad, vamos. Aun hoy se sigue estudiando y analizando, para comprender mejor la historia de la medicina. La Universidad de Salamanca lo tiene digitalizado y a alcance de todo el mundo a través de Internet, afortunadamente para nosotros, lectores del s.XXI. No hay que mandar de forma costosa un copista a Qurduba para poder leerla.

Pongo un "pero" pequeño, al pasar al capítulo de la muerte de Enneco Arista hay un salto entre capítulo y capítulo bastante brusco. Muza aparece herido... y no sabemos por qué, si bien luego más o menos se explica. En el resto de novela-crónica las transiciones son más suaves pero aquí no. Pero en fin, ¡hop!, se pega un salto y listo. Seguimos con nuestras emocionantes páginas.

La muerte de Muza es emotiva, me ha tocado la fibra sensible cuando ha besado el agua del Uadi Ibru para hacer llegar sus últimos deseos a Tutila/Tudela. Una muerte como muchas veces sucede: inesperada, y nunca como suponemos que podría ser.

Y con todo ello he terminado su lectura. He disfrutado muchisímo, me encanta la toponomia antigua. La historia andalusí del noreste de España no se había tratado nunca, y es una acierto haberlo hecho de una forma tal, que la novela invita a seguir descubriéndola... a través de su segunda parte "BANU QASI: Las Guerras de Al-Ándalus". Está muy bien documentada, tanto que tiene méritos para convertirse casi en un propio de libro de consulta en sí. Bibliografía, mapas, glosario y una bonita presentación en rústica ponen la guinda al tomo.

Lo que demuestra que tenemos autores magníficos en España. No hay que irse a Albión para disfrutar de buena, buena novela histórica

Web-Blog del escritor Carlos Aurensanz:
http://banuqasi.blogspot.com.es/