domingo, 29 de abril de 2012

Una semana de libro

Entre lluvia termina hoy domingo la Feria del Libro de Granada 2012, y con ella el libro vuelve al anonimato de los estantes y de las librerías. Cada año que pasa vivo más intensamente estos días.

El sábado 21 de abril presenté mi novela "El Mármara en llamas" (Ediciones B), a las 19 horas. Tuve que competir contra un enemigo inesperado, ¡el fútbol! Aún no he visto que ningún lector, libro en mano, salga gritando como un poseso por las calles, y suba por los bancos, las fuentes, y vaya pitando por las calles mientras circula con su coche voceando. A lo mejor si pasara, le mirarían como a un loco.

Aun así hubo valientes que se acercaron a la presentación, hablé sobre el imperio bizantino, sobre la presencia de Bizancio en España, sobre árabes y visigodos, Bizancio y Constantinopla, sobre Omeyas y bizantinos, y después firmé ejemplares en la caseta de la feria.



Allí, compartí stand con Tania López Parra, una joven autora de 20 años con dos novelas en su haber, lo que me llenó de sorpresa; en la feria presentaba "Quizás no exista mañana" (Ed. Alhulia), una historia juvenil con un toque de intriga en torno a dos chicos y un viejo diario. ¿Cómo lo ha hecho? Como todos: sacando tiempo de donde se pueda, durmiendo poco... Pude saludar a José Manuel García Marín, quien presentaba "La reina de las dos lunas" (Roca editorial), ambientada en 1529 en el sultanato tunecino de Fez; también conocí a gente de las distribuidoras, con quiene departí unos momentos.



Estuve acompañado por algunos de los personajes de mi novela, soldados bizantinos, musulmanes, tropas auxiliares sirias... y aunque lo parezca por las fotos, no, no les debía dinero. Palabra. Ni un nomismata, ni un mísero follis.





Después deambulé por la feria y saludé a los miembros de la organización, y a Fernando, de la Librería Nobel, quien me comentó que le habian llegado los primeros comentarios de los lectores sobre "El Mármara...". Les estaba gustando y sorprendiendo. Es un inicio prometedor y que aporta alivio. Apostar por dar a conocer una cultura poco conocida es un riesgo literario que decidí asumir cuando me quedé bizantinizado por todo cuanto estaba descubriendo de esta civilización.

Al foro HISLIBRIS, que ese fin de semana celebraba su tercer encuentro anual de novela histórica, les envié un video de presentación-saludo que emitieron junto a los de otros autores. Y parece que les causó impresión. Creo que entre risas y negros presagios, no olvidarán en mucho las palabras "tiempos bizantinos".



Podéis ver los videos de este encuentro, incluyendo mi presentación, AQUÍ.

El domingo 22 en el IDEAL de Granada sacaron en color un artículo sobre mi presentación, titulado "El Bizancio de Malo" (para verlo, pinchar AQUI)

El viernes 27 por la tarde fue maratoniana. Gracias al interés de las instituciones públicas, realicé una doble charla de presentación de mis novelas en la Biblioteca Pública Franscisco de Ayala y en La Chana. Fue interesantísima, con poca gente, cierto, pero yo no podía ir otro día; aun así hubo una buena química, gracias a los clubs de lectura de ambas bibliotecas. Todos quedamos muy contentos, vaya; que me decían que estaban sorprendidos cómo un ingeniero de ciencias puras sentía tanta pasión por la Historia y por la lectura. El truco es sencillo: basta leer, y conocer otras vidas así, otros mundos.

Después vinieron preguntas informales sobre el mundo editorial, sobre la novela histórica, sobre la Granada nazarí, y firmé con gusto numerosos ejemplares de mis dos novelas, en las dos bibliotecas. Creo que repetiré con gusto mi colaboración.

A pesar de la intensa lluvia, el sábado 28 volví a la feria, y me acerqué al evento de la escritora Carolina Molina, quien firmaba ejemplares de nueva novela "Noches de Bib-Rambla" (Roca Editorial), ambientada en la Granada del s.XIX. Pasé una tarde fenomenal con ella, en una tetería árabe, compartiendo té oriental y charlando sobre libros, épocas, literatura, editoriales, planes futuros... Para otra vez, tiene que probar a cenar en DAMASQUEROS, lugar pequeño y recóndito en la ciudad nazarí que no me canso de recomendar. Su menú es exquisito, de capricho. Pero su torrija caramelizada bien vale una misa, parafraseando a aquel rey francés.



Me quedé con las ganas de encontrar un libro concreto sobre Ibn Jaldún, Ibn Khouldun para los británicos, de quien no hay forma de encontrar una traducción. Tendré que comprarlo en francés. Me sorprendo, que en Granada, de este musulmán extraordinario del s.XIV, cohetáneo, amigo-enemigo de Ibn Al-Jatib e Ibn Zamrak, no exista más que un ejemplar disponible... y no para todos. Sólo para investigadores autorizados. ¿Los demás, que pagamos esa institución publica que lo custodia, no podemos leerlo? No hablo de un manuscrito incunable sino de una edición francesa de 1984, papel moderno, vamos. Seguiré indagando, creo que en Barcelona tienen un ejemplar, pero en vez de pedirlo por la Red lo haré a través de una librería local; que los libreros tienen que comer.

La semana termina con un mensaje un poco desesperado. HISLIBRIS se muere. Decididamente son tiempos bizantinos.