domingo, 18 de diciembre de 2011

¿Se lee mucho?, por Blas Malo Poyatos

AMAZON ha desembarcado en nuestro país. Ya os comenté en entradas anteriores cómo consiguió colocarse en una posición dominante en EEUU: lanzando una campaña agresiva de precios bajos (9.95$) que ha trasladado también a este lado del Atlántico. Yo me pregunto cómo lo hace: si uno desea ganar cuota de mercado, puede bajar los precios drásticamente durante un tiempo a costa de tener pérdidas, pero digo yo que eso no puede mantenerse asi indefinidamente.

La única forma de conseguirlo sería lograr reducir de forma permanente los costes de producción de un libro. ¿Cómo lo consiguiría una editorial tradicional?¿Eliminando comerciales físicos, distribución, impresión y puntos de venta, y convirtiéndose totalmente en digital? Aún así, deberá mantener una estructura: correctores, maquetadores,ilustradores, editores, impresión bajo demanda y marketing online consumen recursos. ¿Es suficiente esa reducción para con esos precios bajos sobrevivir?



Y si sobreviven digitalmente, ¿dejará de haber libros físicos? Yo creo que no. Por un lado la opción de "impresión bajo demanda" permitiría a quien quisiera tener un ejemplar en papel (a un precio mayor que en formato e-book). Por otro, los lectores de ebook tienen un tamaño de 7-8", y mayoritariamente son texto b/n. Los libros que tengan muchas imágenes o un formato no tradicional no serán cómodos de ver en una pantalla así; su existencia será sólo impresa.

[O puede suceder al contrario, que de ahora en adelante todos los libros pasen por el embudo: se diseñen desde un principio para ser digitales. Adiós fotos, mapas, anexos de planos... extras que dan riqueza a los libros de divulgación, por ejemplo]

Además, ¿qué pasa con todos los libros en la calle antes de la revolución digital?. Es seguro que muchos no serán digitalizados. Lo cual lleva a que poco a poco se convertirán en libros de ocasión o liquidación. De esos, los que más se lean pasarán a digitalizarse. ¿Y los demás; desaparecerán?¿Como no estarán en los catálogos digitales será como si nunca hubieran existido... ya que nadie sabrá encontrarlos?

Por un lado, puede entreverse una futura reducción de libros digitales editados profesionalmente. Por otro lado, AMAZON permite que cualquiera publique digitalmente y asigne un precio a su creación. Las editoriales tendrán entonces que esmerarse en adelgazar aún más sus costes y ofrecer un producto de calidad diferenciada. ¿Y en qué pueden reducir más?¿En los porcentajes a los autores? ¿Y si entonces los autores deciden que no necesitan a las editoriales, es decir, se hacen totalmente digitales e independientes?

Y si ya no hay libros físicos, ¿desaparecerán las presentaciones de libros?

Dice Juan Manuel de Prada, escritor, que el sector editorial va hacia el desastre, que no es lógico esperar en nuestro país que los lectores compren libros digitales pudiendo conseguirlos gratis pirateados. Una opinión desoladora.

Todo se basa en varias hipótesis: que el número de lectores potenciales en la Red se traduce en lectores reales, y que todo ebook que llegue a la Red, si tiene calidad y una buena promoción, tendrá millones de lectores.

Creo que esa suposición es un error: no hay más lectores hoy, ni tampoco habrá más mañana. Estamos rodeados de pantallitas por todas partes, audiovisuales, llenas de imágenes y movimiento. Por ejemplo: en un móvil de esos táctiles ya no hay ni que escribir, reconocen la voz. Te descargas aplicaciones para, digamos, ver las estrellas del cielo (más cómodo que aprender de verdad un poco de astronomía amateur). Al final somos esclavos de pantallitas y programitas de software que nos soporizan.



Leer es una actividad intelectual que requiere concentración, silencio, interiorización. Y eso no existe en esta generación audiovisual 3D, rodeada de pantallas por todas partes. Las letras no bailan, no tienen música, no son una explosión visual. Leer no es atractivo, teniendo otras opciones multimedia. Leer no proporciona un clímax inmediato (no hasta que llegas al punto culminante de la novela). Lo que más se aproxima hoy en día a la lectura es el cine: cuenta una historia visual, con música y efectos especiales, ya no tienes que imaginar nada (imaginar sería una actitud activa), te lo dan hecho, a todos por igual (actitud pasiva).

Leer enriquece; pero la lectura hay que promoverla. Y en España no se promueve. Que todo el catálogo se hiciera digital no sería garantía de éxito, de más lectura, porque faltan lectores. Nuestros niños no leen, no imaginan, no saben divertirse con un balón o un juego de mesa. ¿Leerán siquiera en ebook? Preveo un futuro gris, o será que yo añoro mi niñez con Julio Verne, Emilio Salgari, Stevenson, Asimov...