domingo, 21 de febrero de 2010

Cuenta atrás

¡Bueno!¡Vaya semanita movida!

Estas cuatro últimas semanas han sido de infarto. El trabajo no me ha dado ninguna alegría; la Literatura, varias.



Hace unos días recibí el Contrato de Edición, y el Calendario de Trabajo. Cuando leí ambos, casi me parecían irreales. Pero no eran una ilusión. Todo estaba muy bien explicado en el Contrato, y leyendo cláusula a cláusula me di cuenta que la labor de la Agencia es fundamental, no sólo para introducir una obra nueva al alcance de las editoriales sino para controlar el desarrollo del contrato comercial con la editorial a lo largo de su período de vigencia: control de las ventas, de la distribución, de las liquidaciones económicas... Todo ese trabajo burócrático es labor que se ahorra el autor, que puede centrarse a lo que le gusta: escribir.

Hago aquí un apunte importante. Comprobé mis anotaciones, y como recordaba, a la misma editorial le envié mi manuscrito antes de tener Agencia, sin recibir ninguna contestación, ni positiva ni negativa, nada. Y después de conseguir Agente, el mismo manuscrito sí captó su interés. ¿Conclusión? El primer paso fundamental para publicar con éxito y garantías es conseguir un Agente. Sé que hay autores que consiguen publicar sin agente, pero eso debe suponerles que ellos también deben cargar con la burocracia de la relación con la editorial. Y eso distrae de la escritura.

Respecto al Calendario, en el Contrato se especificaba que la editorial se comprometía a publicar la obra en un plazo máximo de 18 meses. Pues bien, los planes de la editorial son bien distintos: ¡pretenden publicarme este mismo año! Increíble. El calendario está pendiente de ajuste en función de las horas que yo pueda dedicarle al libro para llegar a las fechas de entrega de manuscrito revisado, y de las correcciones que sugiera el Informe de Lectura, que recibiré el próximo 8 de marzo.

Además, esta semana he avanzado mucho mi tercera novela, tanto que me he propuesto alcanzar las 100 páginas antes de recibir el Informe de Lectura de EEDLA. Quedan dos semanas y estoy en la página 85. Quince páginas, quince días. Espero superar el límite con creces.

Lo dicho: el trabajo no me da alegrías. Pero la Literatura sí. Sobrevivo gracias a ella. Y me ha dado una energía increíble. ¡Que vengan las hordas, si se atreven!