domingo, 17 de mayo de 2009

¡Por allá resopla!



Menudas dos semanitas. Disculpad si después de mi notición no he puesto nada más. No he tenido tiempo. Mayo y Junio son meses complicados. Compromisos familiares, despedidas de solteros, un funeral, la cañería del baño reventada con el taladro, catástrofe en el huerto, emergencia con el coche, Hacienda somos todos (este año lo soy más que el año pasado, ¡agg!), un curso en el Politécnico, y varios asuntos más han mermado mis noches y mi buen humor. Espero recuperarme... si consigo vacaciones en julio.

Pero vamos a lo que os puede importar. Las novedades de mi libro y con mi Agencia.

Dedicándole tiempo de comida y de sueño ya hemos intercambiado un par de impresiones interesantes. La primera, que para mi novela EEDLA ven mayoritariamente un público femenino. No pensé en ello especialmente mientras la escribía, de hecho creo que está bastante equilibrada en cuanto a la paridad de género en los personajes. Será porque ellas leen más.

La segunda, la agencia me ha recomendado sugerencias y modificaciones en el argumento. Al principio me parecían un poco chocantes y fruncí el ceño. ¡Quién osa cambiar siquiera un coma de mi criatura! Pues ni más ni menos que los profesionales, que deben de haberse leido cientos o miles de argumentos en los treinta años de vida de la agencia. Después de intercambiar impresiones, reforzaré el hilo principal y habrá cambios en el principio y el final. Y hay que darles la razón. Me gusta más. Todo ha quedado con forma en la Sinopsis rev4.

Ahora mismo estoy pendiente de los comentarios a esta revisión de sinopsis, y si todo parece correcto la semana que viene reescribiré y reestructuraré toda la novela de acuerdo a ella. Parece muchísimo trabajo. Lo es. Mi mal humor continuará, no porque no esté contento, sino porque quiero escribir, y mi propio trabajo me empieza a aparecer un lastre. Tengo unos diablillos sobre cada hombro incitándome a unos cambios importante en mi vida. Pero no, que con la Crisis está muy malita la cosa.

Mientras llega sus comentarios, me dedicaré con alegría a disfrutar de mis aventuras en Bizancio2. Mi pobre Casiodoro y su amigo Miguel Andrónico han tenido que buscar un hígado humano en los oscuros callejones de Constantinopla para cumplir el juramento de un loco. Mientras, el emperador ha caído enfermo. La nieve cubre las calles de la capital en la noche del solsticio de invierno y una sombra les espera junto a las ruinas del Templo de Hera. El Destino es cruel para quien incumple sus promesas.

Continuará...

(PD: La cañería, al igual que Moby Dick, fue dominada por mano del hombre. Y es que no se pueden hacer taladros en el baño con tanta alegría, Pepe)